Una de las misiones de todo padre o madre es enseñar a comer bien a nuestros hijos. Los bebés y los niños descubren la comida gracias a las papillas y los platos que les cocinamos con mucho amor. Nada más dejar la leche, la primera de las preocupaciones es empezar a darle lo mejor en forma de papillas o de recetas lo más caseras posibles. Aunque podemos comprar los potitos, será mucho más natural si preparamos en casa cualquier plato. Los dulces y en concreto, los helados son grandes opciones si queremos incorporar la fruta en cualquier menú semanal.
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