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¿Pueden los bebés beber leche de vaca?

La leche de vaca es un alimento alto en proteínas, concretamente contiene tres veces más que la leche materna, por lo que podría dañar los riñones de un bebé. La razón es porque un recién nacido no tiene los riñones preparados para asimilar tantas proteínas, por lo tanto, podría sufrir una sobrecarga renal.

Pero existen más peligros a la hora de dar leche de vaca a un bebé a edades demasiado tempranas, como causarles una anemia ferropénica por el bajo contenido en hierro que tiene esta leche. Además, podría provocar en los bebés el sangrado en las heces por la irritación de la pared intestinal, lo que empeorará los casos de anemia. Por todo ello y muchos motivos más, te contamos en este post la edad adecuada para comenzar a darle a tu bebé leche de vaca sin provocarle ningún daño.

¿Cuándo se puede empezar a consumir leche de vaca?

La leche de vaca es uno de los alimentos más alérgicos que existen ya que es bastante difícil de digerir, por ello no es recomendable que un bebé la tome hasta que su sistema digestivo esté lo suficientemente maduro. Además, aparte de no contener la cantidad adecuada de hierro, tampoco contiene la vitamina C que un bebé necesita y que sí puede obtener de la leche materna o de las leches de fórmula.

Para evitar todos estos problemas debemos hacer caso al especialista, que recomienda la introducción de la leche de vaca a partir de los 12 meses. En cualquier caso, una cosa no excluye a la otra y, aunque comiences a darle leche de vaca a tu bebé, no significa que tengas que dejar de darle el pecho, algo que debe prolongarse tanto tiempo como tú y tu bebé deseéis.

Existen muchos motivos por los que es saludable que los niños beban leche de vaca, entre ellos porque es un excelente complemento a una alimentación equilibrada junto con el consumo de cereales, frutas, vegetales, pescado y carne. Es también una fuente de calcio que le ayudará a crecer sano y a tener unos huesos y dientes fuertes, además de ser esencial para la coagulación de la sangre y el control de los músculos.

Otro de los beneficios de la leche de vaca es que es una de las pocas fuentes de vitamina D tan necesaria para nuestros huesos, junto con el sol, y es fundamental para su crecimiento porque ayuda a nuestro organismo a absorber mejor el calcio. También proporciona proteínas y carbohidratos para aportarle a los niños la energía que necesitan. Y no solo la leche, los derivados lácteos también son imprescindibles para los más pequeños por todo lo que hemos dicho anteriormente.

¿Cuánta leche debería beber un niño y de qué tipo?

Según la APP, la mayoría de los niños de un año de edad deberían tomar entre una taza y una taza y media de leche todos los días para conseguir la cantidad suficiente de calcio y vitamina D que necesitan para crecer adecuadamente. O también la cantidad equivalente de productos lácteos como queso o yogur. A partir de los dos años, lo ideal serán dos tazas de leche diarias o su cantidad equivalente en derivados lácteos.

No es recomendable dar a un niño tan pequeño una cantidad igual o superior a cuatro tazas de leche al día, así como tampoco lo es ofrecerle a un niño leche semi o desnatada. La razón es muy sencilla; la leche entera tiene más grasa y hace que nuestro organismo absorba mejor las vitaminas liposolubles A, D, E y K. Si no lo ha recomendado un pediatra por cuestiones de sobrepeso, no ofrezcas a un bebé leche desnatada o semidesnatada.

Tampoco optes por darle leche cruda o sin pasteurizar, podría contener bacterias peligrosas para el niño y su sistema inmunológico todavía está inmaduro. A partir de los 12 meses ya podrán tomar kéfir, leche fermentada muy beneficiosa para su organismo.

Si tu hijo no quiere tomar leche ni productos lácteos para alcanzar los niveles recomendado por la APP, tendrás que probar mezclándola con los cereales del desayuno, preparando natillas, yogur con frutas o lo que se te ocurra. Hay muchas formas de conseguir que tu hijo consuma leche de vaca para crecer fuerte y sano.

¿Y si mi hijo es alérgico a la leche de vaca?

Es fácil detectar cuando un niño es alérgico o intolerante a la proteína de la leche de vaca porque suele sentarle mal, la vomita y tiene problemas para digerirla. Por ello, lo que debemos hacer es darle una bebida vegetal fortificada con calcio y vitamina D como la de soja, de avena o de arroz, entre otras, y siguiendo siempre las recomendaciones de los especialistas.

También puede ocurrir que sigamos una dieta estrictamente vegana, de manera que tendrás que seguir las pautas anteriores y ofrecer a tu hijo alimentos ricos en calcio y vitamina D para suplir esa falta en su organismo. Pero realmente las alergias a la leche suelen ser bastante raras, lo que son cada vez más frecuentes son las intolerancias, pero hoy en día hay numerosos productos lácteos sin lactosa al alcance de todos.

No está de más saber cuáles son los síntomas de alergia a la leche más comunes, y son los siguientes:

  • Sarpullido o urticaria alrededor de la barbilla y la boca.
  • Vómitos y diarrea.
  • Dolor abdominal.
  • Hinchazón y comezón.
  • Congestión nasal crónica, moqueo, tos e incluso dificultad para respirar.

También puedes utilizar otros alimentos ricos en calcio y vitamina D para complementar su alimentación y suplir esa carencia de leche, como, por ejemplo:

  • Las legumbres como la soja, las judías pintas, los garbanzos, los altramuces y las lentejas.
  • Los frutos secos, principalmente las almendras, las nueces, los pistachos, los anacardos, las avellanas o las castañas. No es recomendable darles frutos secos a niños menores de 6 años, pero a partir de los 4 podemos hacerlo siempre que estén triturados para evitar su asfixia y en cantidades pequeñas por si hubiese alguna reacción alérgica.
  • Verduras y hortalizas como las espinacas, el brócoli, las acelgas, los puerros, el perejil o la lechuga y también frutas como el kiwi, las fresas, los higos, las ciruelas o el limón.
  • Pescado, principalmente el azul es muy rico en calcio.
  • Tofu, huevos y semillas también son fuente de calcio para una alimentación adecuada.

No te obsesiones con el tema de la leche, si bebe poca, pero toma algunos de estos alimentos, queso y yogures a diario, recibirá el aporte de calcio y vitamina D necesarios para un crecimiento saludable.