La transición de la leche materna a los primeros sólidos es una de las etapas más significativas en el crecimiento y desarrollo de un bebé. Durante los primeros meses, la leche materna cubre todas las necesidades nutricionales, pero llega un momento en que el organismo del niño comienza a requerir nutrientes adicionales para sostener su evolución. Este paso, conocido como alimentación complementaria, requiere de pautas claras y un acercamiento respetuoso que tenga en cuenta las señales del bebé. A lo largo de este texto, se profundiza en la relevancia de iniciar los sólidos en el momento adecuado, en cómo reconocer la disposición del bebé para probar nuevas texturas y en las claves para ayudarle a adaptarse de manera segura. Continuar leyendo
