Las famosas pataletas o berrinches que tu madre te ha contado que hacías, parece que ahora es tu turno de decir: no sé qué hacer, ¡basta! Algunas veces todo está tranquilo y de repente tu pequeño tira las cosas o desea lo que no le está permitido y empiezan los llantos y gritos.
El secreto de la abuela es un buen cachete para demostrarle qué debe cambiar o una pizca de bicarbonato en la lengua; ¿acaso funciona?, no lo sabemos exactamente. No hay nada más molesto que estar comiendo en un restaurante o de compras y escuchar las pataletas de otros niños y sus padres no hacen nada al respecto.