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Estos son los síntomas más evidentes del embarazo

Independientemente de que estés deseando quedarte embarazada o todo lo contrario, es importante estar preparada para reconocer los síntomas de embarazo, para poder realizarse la prueba en el momento en que se detecten y así evitarse dudas y retrasos evitables en los cuidados médicos necesarios.

Al contrario de lo que la mayoría de la gente cree, algunos síntomas están presentes desde los primeros días tras la concepción, y por tanto el embarazo es detectable casi desde las primeras horas incluso antes de que se note el retraso en la menstruación, no obstante, como muchos de estos síntomas son compatibles también con enfermedades de distinta índole, es probable que pasen inadvertidos si el embarazo no es buscado.

Principales síntomas de embarazo

Para que sea más sencillo identificarlos, a continuación, te ofrecemos un listado de los síntomas más habituales. Aunque no hay ninguno de ellos que sea exclusivo del embarazo, la aparición conjunta y simultánea de varios de ellos suele ser un muy buen indicador.

Retirada de la menstruación

Aunque es el síntoma más evidente, y el que más ayuda a identificar embarazos, lo cierto es que la menstruación no siempre desaparece cuando se produce la concepción. De hecho, existen casos en que la regla sigue bajando durante todo el embarazo, aunque durante menos días y con menor intensidad, y otros en que es sustituida por sangrados irregulares causados por la implantación del feto que pueden ser confundidos con la menstruación.

Normalmente, el sangrado de implantación es poco abundante y aparece sólo en algunos momentos, mezclado con flujo vaginal y dándole a éste un toque rosado. No obstante, a veces sí se da un sangrado mayor que puede ser confundido con la regla.

Asimismo, la retirada de la menstruación puede deberse a otras causas no relacionadas con un embarazo, como la menopausia, desarreglos hormonales, trastornos alimenticios, estrés… Por tanto, si sólo tenéis ese síntoma, puede deberse a múltiples factores y lo mejor es esperar a que aparezcan otros síntomas o acudir al ginecólogo.

Náuseas y vómitos, sobre todo por la mañana

La sensación de náusea que se tiene durante el embarazo es causada por los cambios hormonales que este conlleva y se da sobre todo al levantarse. No se dan desde la concepción sino a partir más o menos de la primera semana, y para aliviarlos lo mejor es comer poco y a menudo, de manera que el estómago no esté nunca ni vacío ni lleno.

Aunque es un síntoma muy molesto, es bueno tenerlo, ya que muestra que el cuerpo se está adaptando a sus nuevas circunstancias.

Dolores abdominales

Los dolores abdominales son frecuentes a lo largo de todo el embarazo, aunque su intensidad, duración y localización va variando. En las primeras semanas tras la concepción, se localizan en el bajo vientre y son como calambres de baja intensidad, parecido al dolor premenstrual, ya que los causa la expansión del útero para alojar al feto.

Este dolorcillo puede combatirse aplicando dolor y tomando medicación para el dolor menstrual, pero si se da en un momento en que la menstruación no debería aparecer es recomendable hacerse la prueba de embarazo antes de tomarse nada.

Por otra parte, algunas mujeres tienden a tener cólicos en las primeras semanas.

Dolor mamario y aumento del tamaño de las mamas

Durante el embarazo, los senos aumentan de tamaño y pueden notarse molestias en ellos. Estos dolorcillos pueden presentarse desde el primer día, aunque son más frecuentes desde finales del primer mes.

Aumento de las ganas de orinar

El mismo proceso de ampliación del útero que causa los primeros dolores abdominales también actúa presionando la vejiga, que queda aprisionada y, por tanto, pasa a poder retener menor cantidad de líquido. Por eso las mujeres embarazadas tienen más ganas de orinar y deben hacerlo más a menudo.

Cambio en los olores y sabores

Los cambios hormonales cambian las percepciones de sabores y olores, causando que a menudo se sienta repugnancia por alimentos que antes nos gustaban o, al revés, que comidas y bebidas que antes no hubiésemos tomado nos parezcan lo más apetecible del mundo. Incluso es habitual que las embarazadas tengan antojos raros, como mezclar chocolate y verdura, por ejemplo.

También se da un disgusto permanente por los olores o sabores fuertes, hasta el punto de que casi todo causa acidez y/o malestar estomacal.

Mal humor y fatiga

Una vez más, se trata de una reacción causada por los cambios hormonales, que pueden hacer que todo nos moleste y que nos sintamos más cansadas, como si todo requiriera un esfuerzo extra.

Espinillas y aspecto grasiento de la piel

Una última consecuencia de la efervescencia hormonal que se vive durante el embarazo es la aparición de una capa de grasa en la piel, similar a la que causa el acné juvenil durante la adolescencia. Por eso no es infrecuente que las embarazadas tengan granitos en la cara, puntos negros…, incluso en los casos en que antes del embarazo tenía un cutis perfecto.

¿Existen los embarazos sin síntomas?

En los últimos años se ha emitido en televisión un programa dedicado a casos de embarazos que no se descubrieron prácticamente hasta el parto, cosa que parece inverosímil si atendemos al listado de síntomas del apartado anterior. Pero lo cierto es que los embarazos asintomáticos, aunque muy poco frecuentes, existen.

En la mayoría de los casos, se trata de embarazos cómodos, en los que no hay dolores ni se retira la regla (ya se tenga sangrado menstrual o de implantación) y en los que los cambios hormonales y el engorde o son muy leves o se confunden con otros males.

Este tipo de embarazos muchas veces son detectados por casualidad (en un análisis de sangre, por ejemplo), lo cual es muy bueno, porque los cuidados prenatales son importantes para la salud futura del niño y la madre.

Por eso, ante cualquier sospecha de embarazo, aunque sea leve, hay que hacerse la prueba y, a ser posible, visitar al ginecólogo, que confirmará si estás embarazada sin ningún tipo de duda. Por otra parte, si crees que estás embarazada, y aunque nadie lo haya confirmado aún, es bueno empezar a tomar ciertas precauciones, incluyendo no fumar ni beber y bajar el ritmo de actividad.