La llegada al mundo de un bebé le acaba cambiando la vida a cualquier padre o madre. Resulta, sin lugar a dudas, uno de los momentos más gratificantes que nos puede dar la vida, pero en ocasiones puede llegar a convertirse en todo un desafío, sobre todo cuando nos toca hacer frente al cuidado de unos mellizos o gemelos. El sacrificio se multiplicará, y en ocasiones, con dos manos no resultará suficiente. Continuar leyendo
