Mi hijo tiene baja autoestima, ¿cómo actuar?

niño con baja autoestima

Los niños, en muchas ocasiones, pueden llegar a tener baja autoestima, al igual que sucede con los adultos. Ante una situación de estas características es muy importante tener en cuenta varios aspectos. Por ello, queremos compartir contigo unos tips para ayudarles y evitar que se sientan peor.

Niños con baja autoestima, que hay que hacer para ayudarles

Es muy importante que para que no se sientan peor los comparemos con primos, hermanos o compañeros de clase. Es básico hacerles entender que cada uno es como es y que no hay problema si se llevan brackets, gafas o se es gordito. Los niños quieren sentirse integrados, decirles lo contrario hará que se conviertan en introvertidos y sean más inseguros más adelante.

Tampoco debemos usar palabras malsonantes o gestos agresivos cuando les hablemos. Asumirán que el hecho de tener baja autoestima es culpa suya y no de un agente externo, que normalmente es lo más común. Se recomienda hablarles con cariño y de forma tranquila, asimilarán mejor todo lo que les digamos.

Jamás, ni en esta ni en ninguna otra ocasión debemos ponerles la mano encima. Por mucho que se piense que una bofetada a tiempo les ayudará a espabilar… no hay que hacerlo. Conseguiremos el efecto contrario, les haremos perder la autoestima a pasos agigantados. Y lo que queremos es todo lo contrario.

Además de ello, nunca hay que recordarles las cosas que hayan hecho mal en el pasado. Debemos ayudarles y enumerarles las cosas buenas que tienen tanto para vosotros como para sus amigos. Eso es una estupenda terapia que les subirá mucho la autoestima cuando está baja.

Tampoco debemos criticarles, pero sí asesorarles. Hay veces que ellos deben cometer sus propios errores para aprender de ellos pero en alguna ocasión nunca está de más ayudarles. Esto no solo mejorará su autoestima sino que reforzará el vínculo de unión entre el niño y sus progenitores.

Nuestros errores como padres y madres son nuestros. Nunca debemos achacárselos a ellos. Esto reduce muchísimo su autoestima y su moral. Sobre todo si se trata de un divorcio o una separación personal. No deben sufrir por nuestra culpa en ninguna ocasión.

Es un tema muy delicado para el que hay que tener bastante mano izquierda, por lo que hay que tratarlo con mucho mimo. Nadie quiere que su hijo o hija tenga baja autoestima, ¿no? Nuestro papel como progenitores hará que les ayudemos siempre en todo lo que podamos.