Normalmente muchos niños sueñan con tener una mascota, sobre todo un perro. ¿Deberíamos tener un perro? ¿Qué beneficios puede aportar a nuestro hijo? La respuesta a estas y otras preguntas las encontrarás en este artículo.
¿Por qué los niños deberían tener un perro?
Todos sabemos el amor y compañía que puede llevar una mascota como un perro a un hogar. Pero hay más beneficios, como por ejemplo la reducción de la presión arterial.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Maryland, demostró sus beneficios en este aspecto. La presencia de un perro en casa se asocia a una mejor presión arterial sistólica y diastólica. Esto es algo que no solamente favorece a los niños sino también a los adultos.
Los niños que tienen perros suelen tener también un mayor control a sus impulsos. Mejoran sus habilidades sociales con otros niños y les mejora la autoestima.
Se genera un sentido de la responsabilidad que todos los pequeños deberán desarrollar y ésta es una buena forma. Cuidarle, darle amor, alimentarlo, sacarle a pasear, etc., son procesos que harán que nuestros hijos sean más responsables.
Según un estudio, los microbios que hay dentro del polvo asociado a una casa con perros pueden ser positivos. Pueden colonizar el tracto gastrointestinal y modular una respuesta inmune, protegiendo al anfitrión contra el patógeno asmagénico VRS.
Puede estrechar el vínculo entre hermanos
Si hay más de un niño en casa, tener un perro les ayudará a que su vínculo sea más fuerte. Especialmente si cada uno tiene una tarea específica con la mascota. De esta forma aprenden a compartir, a amar a un animal y aprenden lo que es trabajar el equipo.
Hace que tanto niños como adultos se sientan menos solos. Los perros siempre dan mucha compañía y nos aman incondicionalmente. Esto hace que la calidad de vida de los habitantes de la casa mejore notablemente. Por otro lado, está demostrado que acariciar a un perro y jugar con él reduce el estrés. Esto es algo ideal cuando los niños se encuentran en temporada de exámenes por ejemplo.
Por último, no podemos olvidarnos que permite una curva de aprendizaje más sencilla en algunas tareas. Está demostrado que los niños aprenden mejor a leer acompañados de un perro que solos. Leer a la mascota es ideal, dado que nunca le interrumpirá, corregirá o le dirá que vaya más rápido. Esto hace que el niño se sienta más cómodo y aprenda de una forma más sencilla.