Antibióticos durante el embarazo. ¿Un peligro?

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Una de las preocupaciones que pueden tener las mujeres embarazadas es la toma de medicamentos. Obviamente, siempre se deben hacer bajo prescripción médica. Toda información es necesaria porque como madres, ninguna mujer quiere que su feto sufra ningún problema durante el embarazo.

¿Los antibióticos pueden tomarse durante el embarazo?

Una cosa son los medicamentos que no tienen receta, aunque también hay que controlar su ingesta. Pero otra son los antibióticos. ¿Podrían tomarse? ¿El feto correría algún problema?

Según un estudio basado en los datos recogidos en la Cohorte de Gestación de Quebec, en Canadá, no son peligrosos. Los medicamentos que se recetan durante el embarazo, siempre que sean prescritos por un profesional, son seguros. La salud del feto no corre ningún riesgo ni tampoco su correcto desarrollo.

Durante el embarazo hay muchas mujeres que necesitan medicamentos para tratar alguna clase de infecciones. Algunos de ellos son la claritromicina o la azitromicina, dos macrólidos que se usan como sustitutos de la penicilina. En principio son medicamentos bien tolerados y los más usados en muchos casos durante la gestación.

Además, este estudio revela que ni los macrólidos ni la penicilina son perjudiciales. Eso sí, siempre y cuando estén prescritos por el médico, que es quien conoce el historial de cada paciente embarazada.

El principal objetivo del estudio era conocer más sobre los dos macrólidos utilizados. Se quería estimar el riesgo de malformaciones congénitas tras la exposición fetal a ellos. Así lo han avanzado desde la Universidad de Montreal e incluso desde  la Universidad de Oslo, colaboradora de este estudio.

135.000 embarazos investigados

Con el principal objetivo de valorar el riesgo de malformación congénita después de la exposición fetal, se investigaron 135.000 embarazos. los datos fueron recogidos por la Cohorte de Gestación de Quebec. Después se compararon y analizaron a las mujeres expuestas a estos macrólidos. Finalmente no se encontró ninguna asociación significativa, por tanto, se podría decir que son seguros.

A pesar de ello, desde estas universidades quieren dejar claro un aspecto importante. La ausencia de claridad previa sobre la seguridad de estos fármacos puede estar ligada a algunos factores. Por ejemplo, la azitromicina puede servir como tratamiento para infecciones por clamidia.

Por esa razón, los investigadores destacan que habrá que seguir realizando investigaciones. Se pretende confirmar y evaluar la seguridad de otros antibióticos prescritos con menos frecuencia. Por ello, y a pesar de la insistencia, es obligado solo suministrarse medicamentos prescritos, nunca por nuestra cuenta.