No hay una edad determinada para que nuestro bebé empiece a tener sus primeros dientes de leche. En algunos casos, a partir de los cuatro meses, en otros a partir de los seis, y algunos bebés antes del año. Es un periodo más del desarrollo de los bebés, que resulta muy bonito y divertido, pero que también es agotador. Los bebés lo pasan mal, incluso se dice que un adulto no soportaría el dolor que puede producir la dentición, cuando rompen las encías y aparecen los primeros dientes. Veamos en qué consiste todo el proceso, cómo podemos ayudar a nuestro bebé, y cuáles son los principales síntomas que indican que nuestro hijo va a empezar a tener sus primeros dientes.
Cuándo pueden empezar a aparecer los primeros dientes y en qué orden aparecen
La aparición de los dientes en el bebé, no es un aspecto muy agradable para los niños, como lo es aprender a jugar, escuchar música, aprender a incorporarse en el cochecito o probar nuevos sabores. Justo en la fase de dentición, los bebés están incómodos, les duele, a veces tienen unas décimas de fiebre, lloran más de la cuenta, y suelen tener diarrea. Pero no hay por qué preocuparse. Todo ellos es una simple consecuencia de su primera dentición.
Antes del nacimiento de nuestro bebé, los conocidos como dientes de leche, están ya colocados en el hueso maxilar, y empiezan a salir de forma gradual, a partir del sexto mes de su nacimiento, aunque hay bebés más precoces, a los que les puede asomar la primera puntita de un diente a partir de los 4 meses de edad.
Los primeros dientes que suelen aparecer son los incisivos centrales del maxilar inferior, después los superiores, y más adelante los incisivos laterales. Los colmillos, que son los más dolorosos, y los molares, son los últimos en aparecer. La dentadura de lecho no estará completa con los 20 dientes hasta al menos el mes 20 ó 24 de vida del bebé.
Hay que tener en cuenta que estas edades son orientativas, ya que hay niños que empiezan a tener dientes antes de los 6 meses, y otros que lo hacen después. En este sentido, lo más recomendable es consultar con el pediatra, e incluso cuando empiece a tener los primeros dientes, pedir una primera cita al dentista.
Cuáles son los síntomas típicos de la dentición
Aunque no todos los bebés tienen los mismos síntomas ni se comportan de la misma manera, hay una serie de comportamientos y de síntomas que son buenos indicadores de que nuestro bebé está empezando con el proceso de dentición. En algunos casos, los primeros dientes salen sin muchos dolores ni efectos secundarios, mientras que los demás, sí que producen dolor al romperse las encías. Estos son los síntomas que pueden aparecer:
- Notaremos que nuestro bebé no para de meterse la mano en la boca o cualquier objeto que pueda agarrar para masticarlo.
- Al hacerlo, suele babear con intensidad.
- Las mejillas suelen estar enrojecidas y calientes, y puede llegar a tener unas décimas de fiebre.
- Notaremos también que tiene menos apetito de lo normal.
- Lo más evidente es que las encías estarán rojas e inflamadas.
- Es frecuente que en estos periodos de dentición llore y se lamente más de lo habitual, y que no consiga conciliar el sueño como antes.
- Suelen querer más contacto físico, y que les cojamos en brazos constantemente.
- Posiblemente tengan diarrea, o sus heces vengan acompañadas de mucosidades, lo que les irritará el culito.
Todos estos síntomas son muy normales, salvo que tenga fiebres altas o diarreas muy constantes. En este caso, debemos adelantar la cita con el pediatra. Además, hay que tener en cuenta, que las denticiones coinciden en el tiempo con la alimentación sólida que empecemos a darle a nuestro bebé, por lo que posiblemente cambie el color y el aspecto de las heces.
Cómo ayudarles a aliviar el dolor
Hay algunas cosas que podemos hacer para ayudar a nuestro bebé a aliviarles el dolor de encía. Las más efectivas suelen ser las siguientes:
- Podemos envolvernos el dedo con una gasa estéril fría y masajearle la encía.
- Frotarle las encías con un trozo de hielo es también muy eficaz para aliviar el dolor. Los elementos fríos ayudan mucho a bajar la hinchazón.
- Lo más frecuente, que usan muchos padres, son los mordedores de Farmacia, los de goma dura, que proporcionan un gran alivio a las encías del bebé. Conviene esterilizarlos para su uso seguro. Y hay algunos que contienen geles que se pueden enfriar en la nevera, y que tienen un efecto calmante en las encías.
- También hay pomadas específicas, muchas de ellas de sabor agradable a menta, que proporcionan un efecto anestésico y calmante y que funcionan muy bien para aliviarles las encías, si les frotamos con cuidado varias veces al día.
Una vez que nuestro bebé tenga sus primeros dientes, lo más importante es que el pediatra eche un vistazo, y que pidamos cita a nuestro dentista de confianza para una primera visita. Es más que probable que nos recomienden el cuidado de los dientes de leche de nuestro hijo. Para ello, existen cepillos de dientes especiales para bebé, de cerdas suaves y finas, y dentífricos con flúor para los más pequeños de la casa.
Es importante que se le haga un cepillado después de cada comida para mantener limpios y sanos sus primeros dientes, y que poco a poco, cuando nuestro hijo vaya creciendo, le enseñemos a que lo haga él solo, poniéndole un poco de dentífrico en el cepillo, y enseñándole a enjuagarse bien la boca.
Hasta más o menos los 6 años de edad, nuestro hijo se cepillará con pasta especial para niños, y con cepillos de cerda suave. Lo recomendable es hacer una visita anual al dentista para que compruebe el estado de sus dientes, hasta que se le caigan y le salgan los definitivos, y debemos prestar especial atención a la aparición de caries en edades tempranas.