¿Qué hacer con los niños que comen mucho?

Alimentacion en los niños

Hay niños a los que les encanta comer. Repiten plato, piden la merienda, pican antes de la cena, etc. La respuesta más sencilla al por qué es «que le gusta comer». Peo detrás de esa ansiedad puede esconderse algo que hay que estudiar bien.

Por qué los niños pueden comer tanto

Dependiendo de la época, los niños necesitan más comida porque tienen un gran gasto calórico. Esto puede deberse tanto a un gran trabajo físico, sobre todo si hacen mucho deporte. Pero también influye el trabajo cognitivo, puede que estén estudiando demasiado y necesiten recuperar fuerzas.

También puede ser por la presencia de la leptina, una hormona que controla el metabolismo de la grasa. También monitoriza la que entra en el organismo. Se encarga de examinar y mantener el balance energético en el cuerpo y regula el hambre y la saciedad.

La hormona trabaja de tres formas diferentes:

  • Contrarrestando los efectos del neuropéptido, un estimulante de la alimentación que se crea en el hipotálamo.
  • Contrarrestando los efectos de la anandamida, otro de los estimulantes del apetito.
  • Promoviendo la prodicción del alfamelanocito estimulante, relacionado con la reacción de la supresión del apetito.

Si no hay leptina o hay un bajo índice, la alimentación es incontrolada. Es como si el niño no se saciase nunca, por ello habría que consultarlo con el pediatra o un especialista.

Es posible que las ganas de comer en exceso sea la causa de un problema de ansiedad. También puede ser por unos malos hábitos a la hora de las comidas.

¿Cómo solucionar esto?

Si tu hijo comienza a comer mucho pero no engorda, no pasa nada, puede ser por esas épocas antes mencionadas. Pero si engorda, puede haber problemas, por lo que hay que poner solución a esa situación.

En este caso se debe apostar por una alimentación sana y hay que apoyarse más en ella. Puede que el pescado o la verdura no le guste, pero la fruta gusta a todos los niños. Podemos incluirle piezas de fruta muy variadas para que tenga las vitaminas necesarias.

Los papás y mamás tenemos que dar ejemplo y aprovecharnos de que los niños son como esponjas. Si ven que comemos de forma variada ellos harán lo mismo.

Lo más importante es que si no conseguimos que coman menos, contemos con la ayuda de un profesional. Será quien se encargue de establecer una rutina de alimentación correcta.