Cómo controlar los celos infantiles

niño con celos infantiles

Si ya tenemos un hijo y pensamos en tener otro, posiblemente aparezcan los celos en el mayor. Los celos infantiles son muy comunes y hay que decir que no siempre son fáciles de tratar. Cuando se tiene un único hijo, tiene un sentimiento como de rey de la casa. En el momento que aparece alguien más con quien compartir ese «reinado», todo cambia.

Puede que esa nueva compañía no le siente bien y debemos intentar ayudarle siempre que nos sea posible. Es muy probable que tenga sentimiento de frustración y miedo al no ser correspondido como espera.

¿Cómo reconocer los celos infantiles?

No siempre se manifiestan de la misma manera en todos los niños. Por ello debemos estar siempre alerta para detectar comportamientos anómalos en nuestro hijo mayor.

Normalmente, cuando un niño suele tener celos, se vuelve agresivo y es posible que pegue a su hermano. Si no llega a ese extremo, posiblemente busque el mejor momento para molestarle. Además, intentará hacerlo cuando ni su papá ni su mamá estén presentes.

También podemos darnos cuenta de ello por sus expresiones. Puede llorar de manera constante sin motivo aparente o expresar infelicidad en su cara. Los celos le hacen sentirse más solo, algo similar a lo que ocurre con la ansiedad.

Puede darse el caso de que se vuelva más desobediente de lo normal y muestre su rebeldía. Así expresa que no está de acuerdo en que su rol de «rey de la casa» haya cambiado. Normalmente no suelen hacer caso de nada de lo que les decimos. Incluso pueden llegar a hacer lo contrario de lo que les decimos.

En los casos más extremos pueden frenar su desarrollo e incluso ir atrás hacia su madurez. Pueden llegar a orinarse de nuevo en la cama, quieren sentarse en la silla de su hermanito o que se les ponga un pañal, etc. Esto son reacciones normales, por eso hay que hablar con ellos y recordarles que no son bebés.

Ante esta situación hay que tomar ciertas medidas con ellos. Es importante no caer en sus chantajes. Si les hacemos caso asumirán que pueden tomar el control de la situación y será peor.

Es recomendable aumentar las actividades en familia en donde todos puedan formar parte. También se aconseja alabar los aspectos positivos del niño, algo que funciona en todas las ocasiones.

No hay que ser tremendistas, es algo más común de lo que podemos pensar. Ante esta situación hay que mantener la calma y hablar con el pequeño.