Los grandes beneficios de la lactancia

Lactancia materna con un bebé

Un gran número de madres conocen muchos de los beneficios que aporta la lactancia materna para la salud física y emocional de los más pequeños, aunque todo apunta a que no solo esconde esas ventajas. Según los resultados de un estudio publicado en la revista Archives of Desease in Childhood, los beneficios también podrían llegar a ser mentales y sociales para los bebés.

La importancia de la lactancia materna

En este estudio se revela que los bebés que son amamantados con leche materna cuentan con una gran probabilidad de ascender en la escala social que los bebés que no disfrutan de la lactancia. La razón es porque la leche materna cuenta con la capacidad de poder estimular el desarrollo del cerebro así como reducir el estrés e incluso aumentar el intelecto en cierta forma.

Para poder contrastar los datos, se consultó a un gran número de madres, preguntándoles si habían amamantado a sus hijos cuando éstos eran pequeños. Tras las pesquisas llevadas a cabo por los investigadores se concluyó que todos aquellos niños que habían recibido lactancia materna tuvieron muchas más posibilidades de haber subido en la escala social que los que no habían sido amamantados.

Esto no es algo nuevo, se le conoce como efecto “lactancia” y deja patente que amamantar a los bebés una práctica que puede aumentar las posibilidades de movilidad ascendente en torno a un 24% y también reduce las posibilidades de movilidad descendente en un 20%.

Gracias a algo tan natural como es la lactancia materna, el bebe recibirá un gran número de beneficios, algo que, según los autores de este estudio, se verá reflejado cuando los pequeños lleguen a la edad  adulta.

Lo que de momento no han descubierto es cómo poder llegar a determinar con total precisión qué es lo que ofrece mayores beneficios para el niño, si los nutrientes que se encuentran en la leche materna o el contacto que se tiene piel con piel durante la lactancia.

Todo el equipo de investigadores coincide en algo, pero de momento no han podido demostrarlo. Están convencidos de que quizá la combinación del contacto físico con los nutrientes más adecuados y necesarios para el crecimiento y el desarrollo de la masa encefálica  pueden tener mucho que ver con la mejora precognitiva de los pequeños y también de los resultados de adulto que tienen los niños que durante sus primeros años han sido alimentados con leche materna.