La inseminación artificial es una de las alternativas para muchas mujeres que quieran quedarse embarazadas. Es una técnica de reproducción asistida en la que se colocan espermatozoides seleccionados en el útero de la mujer. Los espermatozoides pueden ser de su pareja o bien pueden ser de un donante de un banco de esperma. Antes de depositarlos, la mujer se somete a una estimulación de los ovarios mediante hormonas. Asimismo también se controla el ciclo menstrual para tener en cuenta cuáles son los mejores días para realizar la inseminación.
Características sobre la inseminación artificial
Es una opción para muchas mujeres ante las posibles dificultades que pueden tener para quedarse embarazadas de forma natural. Son muchas las causas que pueden estar detrás de un problema para quedar embarazada. Una de ellas es un factor de riesgo como es la edad, dado que la reserva ovárica se reduce bastante.
Otro factor importante es que las mujeres suelen retrasar la edad de la maternidad, lo que suele reducir las probabilidades de quedar embarazadas. Por ejemplo, en nuestro país, la media de edad de las mujeres en España es de 32 años
Se trata de una técnica sencilla, completamente indolora y que no requiere de anestesia. Además, gracias al tratamiento hormonal al que se somete la mujer, se puede calcular con mucha precisión los días de ovulación. Esto aumenta notablemente las posibilidades de éxito al realizar la inseminación. Además, permite ser madres a mujeres solas o incluso parejas del mismo sexo.
En este tema parece que son todo ventajas, aunque si nos preguntamos si tiene desventajas la inseminación artificial, hay que decir que sí. Una de ellas es que las probabilidades de embarazo múltiple son mayores. Un estudio médico reveló que alrededor del 20% de los embarazos por inseminación artificial son gemelares. Este porcentaje se reduce si se trata de trillizos, el cual se queda aproximadamente en un 5%.
Otro punto a tener en cuenta en cuanto a desventajas o puntos en contra es el embarazo ectópico. Como sabrás, es aquel en el que el embrión se implanta fuera de la cavidad uterina, algo no muy común pero que puede darse.
Asimismo, hay que destacar que puede producirse el síndrome de hiperestimulación ovárica. Esto es algo que suele ser más frecuente en aquellas mujeres que han sido diagnosticadas con ovarios poliquísticos. Se trata de una patología mediante la cual los ovarios aumentan notablemente de tamaño.