Mi hijo se despierta por la noche

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Cuando los niños son muy pequeños es normal que se despierten varias veces durante la noche. Pero… ¿qué para si nuestro hijo ya tiene unos años y sigue haciéndolo? En este artículo vamos a tratar este tema, algo que podemos revertir de manera relativamente sencilla.

La importancia del sueño en nuestro hijo

Es lógico que los bebés se despierten por la noche, algo implícito en ellos. Pero esto es algo que se irá reduciendo con el tiempo hasta que su cuerpo comience a regularse. Cuando comience a entender lo que es el día y la noche todo irá cambiando.

En caso de que se despierte por la noche varias veces, no hay que preocuparse, al menos no demasiado. A pesar de ello es algo que hay que controlar, pero se puede revertir relativamente fácil. En estos casos, hay que decir que el niño no descansará lo que su cuerpo necesita. Por ello, es normal que al día siguiente no rinda como de costumbre, sobre todo en el colegio.

Uno de los daños colaterales es que ni mamá ni papá podrán dormir tampoco vigilando al pequeño. Ante esta situación se plantean diferentes dudas, pero la principal es… ¿qué podemos hacer?

Cómo ayudar a que nuestro hijo duerma bien

Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que nuestro hijo esté más cansado de lo normal a la noche. Si se hace actividad física durante la tarde será mucho más sencillo. Que juegue con los amigos en el parque, corra con su mascota o haga deporte es muy importante.

De esta forma se mantendrá tonificado, perderá peso, mejorará su salud y estará cansado. Así cuando vaya a acostarse será más difícil que se despierte durante la noche. Si hace siestas, debemos comprobar que no sean más largas de lo habitual. Si duerme demasiado, es lógico que durante la noche no tenga sueño. El cuerpo se descompensa y no sabe realmente si es de día o de noche.

Otro aspecto a tener en cuenta cuando nuestro hijo se despierte es no encender las luces. Lo que hay que hacer es acercarnos a su cama y hablarle con voz baja y suave. Hay que decirle que es hora de dormir y quedarnos con él o ella hasta que se duerman.

No hay que olvidarse de intentar adivinar qué es lo que hace que se despierten durante la noche. Puede que le estén saliendo las muelas, esté resfriado, tenga fiebre o algo que le pasa a muchos niños cuando son pequeños, que tenga miedo a la oscuridad, a lo que puede haber en el fondo del armario o debajo de la cama, por ejemplo.