Durante el embarazo, se alteran muchos sentidos, como el del gusto. La sensación de tener la boca amarga es mucho más común de lo que se puede pensar, especialmente en los meses en los que las náuseas son más frecuentes. ¿A qué se debe ese sabor amargo en la boca? Te lo desvelamos en este artículo.
Posibles causas del sabor amargo durante el embarazo
El cuerpo humano de la mujer sufre muchos cambios durante los 9 meses de gestación, mismo que pueden llegar a afectar notablemente no solo al olfato sino también al gusto.
Si hablamos específicamente del sabor amargo que se puede llegar a sentir en la boca, existen diferentes causas que lo explican. Una de ellas se debe a la ingesta de algunos alimentos como pueden ser la comida ácida ácidos, el café o incluso las bebidas con gas, sobre todo los refrescos.
Por ello es recomendable llevar una alimentación sana y equilibrada, dejando especial protagonismo a las hortalizas, verduras y frutas de temporada.
No podemos dejar de tener en cuenta que las hormonas también pueden llegar a jugar un papel muy importante en este síntoma, sobre todo la progesterona. Esta hormona es la encargada de preparar el cuerpo de la mujer para la gestación.
Con los cambios hormonales se producen alteraciones en el sentido del gusto, pero también otra de las causas puede ser el aumento de los jugos gástricos, lo que puede provocar lo que se conoce como reflujo gastroesofágico.
Remedios contra el sabor amargo
No es una afección que no se pueda revertir, sino todo lo contrario, siempre que asumamos unas sencillas precauciones relacionadas con la dieta durante el embarazo. Por ejemplo, hay que reducir la ingesta de alimentos pesados que puedan provocar náuseas.
Aunque esta patología se suele remitir a partir del tercer mes, no tenemos porqué tener ese mal sabor de boca si podemos evitarlo. Con gestos muy sencillos podremos hacerlo, como por ejemplo un cepillado de dientes con alguna pasta que tenga un sabor intenso.
Los colutorios pueden ayudarnos a tener un mejor sabor de boca y en el mercado tenemos un gran número de ellos entre los que elegir. Tú decides, sabor intenso o sabor suave, pero que sean de buena calidad.
También podemos hacer gárgaras mezclando la mitad de una cucharadita de bicarbonato de sodio con agua, y hacerlas durante unos 20 o 30 segundos enjuagando bien la boca. Comer fruta que no sea ácida y tener una correcta higiene bucal pueden ser también buenos aliados para acabar con ese sabor.
Otro remedio consiste en tener siempre a la mano un chicle con sabor a menta o hierbabuena. Para quitar ese sabor a metal, mastica chicles que no tengan azúcar. También es recomendable tomar mucha agua al día. Bueno para ser exactos lo mínimo recomendado, 2 litros diarios. Al hacerlo no sólo quitarás el mal sabor de boca, sino que también te mantendrás hidratada, sobre todo en épocas de altas temperaturas en los que se pueden presentar golpes de calor.
En realidad no se trata de un problema grave para las embarazadas, pero sí incómodo. Por lo tanto se recomienda llevar a cabo estos consejos para prevenirlo. También puedes acudir a tu médico para que te dé su opinión.