Cuando nacen, los bebés están expuestos a muchos riesgos de salud dado que son muy débiles. Además, su sistema inmunológico todavía no está formado y todo puede afectarles. La neumonía es una clase de infección respiratoria muy peligrosa. Es la primera causa infecciosa de muerte infantil en todo el mundo. Por eso es tan importante conocer cuáles son las mejores medidas preventivas. De esta forma protegeremos a los niños contra esta peligrosa enfermedad, algo que vamos a explicar en este artículo.
Cómo prevenir la neumonía en bebés
Hay que destacar que los agentes infecciosos más frecuentes que ocasionan las neumonías, los bacterianos y virales. Las más frecuentes y grabes son las bacterianas, como el neumococo.
Pero también hay que tener en cuenta al Haemophilus influenzae, que también pueden provocar neumonía. Ambos pueden llegar a transmitirse a través del aire, pero también mediante el contacto con las personas infectadas.
Según los especialistas, la neumonía en bebés puede llegar a ser muy peligrosa, incluso mortal. Esta neumonía es un problema de gran importancia y además viene acompañada de muchos riesgos.
Uno de ellos es el de sufrir un derrame pleural. Esto es producir un líquido infeccioso entre los pulmones y la pleura. Otro es la posibilidad de desarrollar meningitis si la bacteria responsable de la infección es el neumococo.
La mejor prevención es con la vacuna
La mejor medida de prevención para nuestros bebés es la vacunación y hoy en día son muy utilizadas. A pesar de que la vacuna es muy importante, también hay otros aspectos para evitar la neumonía en bebés.
Es muy importante evitar el contacto con cualquier clase de persona que sufra una infección respiratoria. Esto no solo es válido para evitar la neumonía sino cualquier otra clase de enfermedad. En este caso repetimos lo que os comentamos al principio de este artículo. El sistema inmunológico de los bebes es bastante débil en comparación con el de un adulto.
Otro aspecto muy a tener en cuenta es el de mantener una correcta higiene tanto personal como ambiental. Una buena forma de ello es lavarse siempre los dientes antes de tocar a cualquier niño, especialmente bebés. Las habitaciones de la casa deben estar correctamente ventiladas. Esto ayudará a depurar al ambiente y también a reducir notablemente el riesgo de contacto.
Ahora ya sabes cómo proteger a tu bebé del contagio contra una enfermedad que puede ser tan peligrosa como la neumonía.