Las reglas dolorosas pueden revelar endometriosis

endometriosis

Las mujeres que tienen reglas dolorosas, es posible que lleguen a tener endometriosis. Otros síntomas que pueden dar a entender que se tiene esta enfermedad pueden ser los sangrados irregulares. Incluso fuera de las menstruaciones normales. Así lo revelan recientes estudios sobre ginecología.

La presencia de la endometriosis

Se cree que la prevalencia de esta enfermedad entre la población general está entre un 15 y un 20%. Por otro lado se asegura que hay muchos casos que no han sido diagnosticados. Muchas mujeres interpretan su dolor por su condición de mujer, pero pueden esconder esta patología.

Otro de los principales signos de la endometriosis, es la aparición de quistes benignos en los ovarios. Esta afección suele manifestarse entre los 25 y los 35 años. Si es tu caso, debes hacer una visita al ginecólogo para tratar esta afección.

Estos quistes pueden provocar un gran dolor, pero también producir esterilidad. Esta es la principal consecuencia de la endometriosis. La mitad de las mujeres que tienen esta enfermedad puede llegar a tener problemas para llegar a tener hijos.

La endometriosis y la fertilidad

Los problemas de fertilidad ocasionados por la endometriosis suelen venir por dos vías diferentes. Si existen quistes grandes en los ovarios hay que extirparlos. Lo malo es que en esa intervención se extrae tejido ovárico sano, lo que reduce la reserva ovárica.

En este caso, la única alternativa es intentar ser lo más conservador en esta clase de intervenciones. Además, dado que se trata de una enfermedad inflamatoria también se reduce la calidad ovocitaria. Por otro lado, el embarazo tiene la capacidad de mejorar la evolución de la endometriosis al reducir la sintomatología.

Los expertos también nos recuerdan que en episodios avanzados de esta enfermedad se producen dolores. Las mujeres sufren bastante durante las relaciones sexuales y cuando hacen de vientre. El origen es que se crean muchísimas adherencias en el interior del abdomen. Éstas pueden llegar a afectar tanto a la vagina como recto y vejiga.

Para evitar alarmas, hay que recordar que estos quistes o tumores, en su gran mayoría son benignos. Además no suelen ser cancerosos y muy rara vez están relacionados con cáncer de endometrio.

Es muy importante no ponerse nerviosas ni pensar cosas que no son. Lo más recomendable es ir al ginecólogo cada año a hacerse una o dos visitas y hacerse una revisión. Con ello habrá la seguridad de que todo estará supervisado por un profesional de la salud.