La vida es un proceso de prueba y error y de ello se aprende, así es desde que el hombre es hombre. Aunque como mamás o papás podamos aconsejar a los más pequeños sobre algunas cosas, ellos deben aprender por su cuenta. La experimentación es una de las formas que tienen los niños de aprender, a base de prueba y error.
¿Quién no ha dejado alguna vez que su hijo aprendiese una lección con algo que sabía que iba a hacer mal? Es ley de vida, pero siempre que esto no suponga algo que le produzca daño. Son pequeños detalles por los que todos, niñas o niños, hemos tenido que pasar alguna vez en la vida. ¿Qué aprendemos de estas cosas?
Los niños pueden aprender de los errores
En ocasiones es muy importante dejar que los niños puedan cometer errores de vez en cuando. De esta forma no solo aprenderán a no cometerlos sino que también adquirirán otros conocimientos. Eso puede ayudarles a mejorar notablemente su desarrollo como persona, por tanto es algo muy importante.
Cuando les dejamos frente a un problema que no van a resolver, se verán obligados a plantarle cara. Los niños son muy imaginativos e intentarán resolverlo a su modo. De esta forma desarrollarán su imaginación e ingenio, algo básico para su formación.
Es necesario recordar que los niños son capaces de resolver muchos problemas de la forma más creativa. Es algo que va innato en ellos y que forma parte de esa forma de ser tan fantástica con la que cuentan.
Los niños deben cometer errores y aprender de ellos poco a poco, intentando hacer las cosas de nuevo. Así conocerán el por qué del error y lo bordearán o lo solucionarán de manera ingeniosa. Son curiosos por naturaleza y siempre les gusta descubrir cosas. Por eso es tan importante que dejemos que sean curiosos y que experimenten. Que conozcan por sí mismos las cosas y no arrebatarles ese don que tienen todos.
Hay que recordar que con ello también aprenderán otro valor de gran importancia en sus vidas, la perseverancia. ¿Qué sería de nuestra vida si no somos perseverantes en nuestros objetivos? Es algo básico en la formación y desarrollo de la vida de las personas, incluida la de los más peques de la casa.
Gracias a ello insistirán e insistirán hasta que consigan lo que se proponen y podrán sortear mucho mejor los problemas que la vida les deparará en el futuro.