Los cambios de la adolescencia los empezamos a notar a partir de quinto de primaria, en esas edades es cuando se empieza a notar que nuestros hijos quieren ser más autónomos, por ejemplo, prefieren elegir sus propia ropa o deciden hacerse un peinado más moderno que el que solíamos ponerles, dejan de querer salir con sus padres para empezar a salir con sus amigos… etc…
El instituto
Cuando los hijos adolescentes empiezan el instituto, hay ciertos cambios, ya no tienen un único tutor que imparte la mayoría de las asignaturas, sino que tienen un profesor para cada materia, perdiéndose, en parte, esa figura de profesor cercano similar a los padres.
En el instituto se les deja de tratar de forma de una forma menos individualizada que en el colegio, adoptan más responsabilidades y deben ser capaces de separar el ocio del mundo escolar más que nunca, si quieren obtener buenos resultados. El uso de las nuevas tecnologías, que pueden servir como herramientas de estudio u ocio, deberían ser controlados por los padres en cierta medida, para evitar que se haga un uso indebido de dichas tecnologías, que en casos extremos pueden llegar a traer problemas de adicción, algo que cada vez se está extendiendo más en la sociedad, cada vez son más los psicólogos que tratan con jóvenes adictos a los ordenadores, a los videojuegos, al móvil…
Las relaciones
El primer amor, una pandilla de amigos con los que pasar las tardes, los enfrentamientos con otros compañeros de clase… La adolescencia, es a nivel social para los muchachos y muchachas una fase muy importante. Debemos aconsejarles de forma adecuada para que elijan a amigos que no les lleven por el mal camino, del mismo modo que debemos hablar con ellos sobre sexo, ya que es el momento en el que se suelen tener las primeras relaciones sexuales.
Por otro lado, es muy importante que sepamos notar cuando a nuestro hijo o hija le pasa algo, o está siendo víctima de bullying, por ejemplo, para poder actuar a tiempo y evitar que nuestro hijo o hija caiga en una depresión.
El papel de los padres
El papel de los padres juega un papel fundamental en esta etapa intermedia entre la edad infantil y la adulta, es un momento clave para ayudar a enseñar a pensar a nuestros hijos qué es lo que mejor les conviene, enseñarles a saber fijar objetivos en sus vidas y a ser autónomos.
Lo que mejor podemos hacer como padres es ser empáticos y esforzarnos por escuchar y dialogar.