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3 tips para dormir a un bebé

Enhorabuena, ¡es una niña! O ¡es un niño! En cualquier caso, tu pareja y tú estáis con la sonrisa en la cara porque acabáis de ser papás, pero siento decirte que esta felicidad tiene fecha de caducidad o al menos menguará en cuanto comiencen los temidos llantos de bebé al dormir.

Tener un bebé es maravilloso, una vida, juegos infinitos, emociones constantes, pero también tiene su parte negativa y desgraciadamente suele tener lugar en el momento de más relax del día, la noche.

Puede que tu hijo duerma del tirón y hayas tenido una suerte que ni te la creas, porque sabes que esto no es lo normal. Lo habitual es que no lo haga y se despierte con los temidos llantos de 3 a 10 veces durante en una sola noche. La consecuencia, olvidaos de dormir bien en un tiempo, amigos.

Para evitar que te conviertas en un zombie y que te contraten de figurante en un rodaje de “The walking dead”, voy a darte 3 tips que te den la inspiración sobre cómo dormir a un bebé. No es tarea sencilla, pero mi intención es facilitarla y que consigas, al menos dormir durante unas horas ininterrumpidas.

Usa las luces para ayudar a tu bebé a dormir

Tu bebé recién nacido, va a dormir aproximadamente 16h al día repartidas en todo el día. Como es lógico, aún es pequeño para distinguir entre el día y la noche y debemos comenzar desde el principio a ayudarle con eso.

La melatonina, es una hormona que ayuda a conciliar el sueño y se desarrolla sobre todo con la oscuridad, por lo tanto, si te preguntabas si tu hijo debe dormir con una luz encendida al anochecer, la respuesta es no.

De hecho, debemos evitar a toda costa encender la luz si se despierta por cualquier motivo. Si tiene hambre y tienes que darle el pecho intenta hacerlo totalmente a oscuras para que tu bebé se acostumbre a la noche y desarrolle en mayor medida la hormona del sueño.

Por el contrario, durante el día tu bebé también va a dormir, pero esta vez no debes bajar las persianas hasta hacer un ambiente tenue, por el momento tu hijo necesita comenzar a entender que de día hay luz y de noche no.

Con esto conseguirás que no duerma demasiadas horas en la siesta y eso perturbe su noche. No obstante, si tu hijo tiene muchos problemas para dormir por el día, prueba a que coja el sueño con poca luz y ve subiéndole la intensidad poco a poco. Nunca le dejes en un cuarto totalmente oscuro o no entenderá la diferencia y esto os perjudicará con sus sueños.

Para llevar a cabo estos cambios de luz, está bien que instales en la casa reguladores que te ayuden en esta tarea. Cuando tu hijo se acostumbre a esto, verás como sus momentos de sueño se te hacen más amenos.

Evita dormir a tu bebé en brazos

Sé que es difícil, se despierta a menudo y le cuneas con tus brazos hasta que vuelve a dormirse. Esta práctica no es nada recomendable, ya que seguramente cuando lo dejes de nuevo en la cuna y se de cuenta de que no tiene tu calor vuelva a llorar, siendo malo para él y horrible para ti.

Está demostrado que los bebés que se duermen solos, lo hacen más rápido que los que no. Así que lo mejor es que cuando notes que ya comienza a tener sueño, le metas rápidamente en la cuna y le dejes tranquilo.

Va a costarte, sobre todo si estás dándole el pecho, porque lo más probable es que ahí sí que se duerma encima tuya. En este caso no te preocupes y aprovéchalo, solo que en el momento que cierre los ojos, para de amamantarle y lo llevas a la camita inmediatamente.

Es importante también que sepas que cuando se interrumpe el sueño del bebé y este llora, no debes acudir en el mismo momento a ver que le está pasando, espera un par de minutos y si no cesa, entonces acude. De la misma manera que él necesita dormirse solo, si lo que tiene no es hambre puede que se vuelva a quedar dormido al ver que no pasa nada.

Otro truco para los momentos en los que acudes en su ayuda, es no mirarle a los ojos directamente. Una mirada puede activar al bebé y provocar que salgan de la zona de sueño.

No hace falta que te pongas unas gafas de sol, pero entra en la habitación sigilosamente y fija la mirada en su barriguita, tócale la espalda y siempre con movimientos muy suaves y una voz calmada.

Elegir bien la ropa para dormir de tu bebé

Esto, parecerá a priori una tontería, pero puedo asegurarte que si te equivocas a la hora de elegir el tejido o la hechura de la ropa de tu bebé al dormir, puedes provocar no solo que se le irrite la piel, si no que probablemente no consiga pasar la noche cómodamente.

No es lo mismo un pijama grueso que fino, tendrás que adecuar los tejidos a la temperatura de tu casa, no a la del ambiente exterior. Si estamos en pleno invierno y abrigas a tu hijo con un pijama demasiado grueso, cuando tienes la calefacción a tope, tu bebé puede sudar en exceso, tener pesadillas y despertarse en más de una ocasión debido a esto.

O por el contrario que en verano le pongamos una manga finita pero aún así tenga calor. Elige bien el grosor de ropa para evitarle cualquier problema.

Además, piensa que es recomendable elegir para el bebé ropa hipo alergénica, generalmente de algodón para que no le pique o le incordie en sus sueños.

Ahora que ya sabes los 3 tips más útiles sobre cómo dormir a un bebé, ponlos en práctica, verás como se reducen notablemente tus ojeras y consigues recordar que se siente cuando descansas durante la noche.