Todas sabemos que durante el embarazo, la mujer está expuesta a muchos cambios. Con los cambios hormonales y el aumento del tamaño del útero o el aumento de azúcar puede producirse cistitis. Esto es más normal en mujeres que ya hayan tenido esta afección antes de estar embarazadas.
Uno de los principales responsables de esta patología es la bacteria E.Coli. Los síntomas comunes son ir mucho al baño pero orinar poco, dolor al orinar o mal olor en la orina. También pueden producirse dolores en la zona baja del vientre y restos de sangre en la orina.
¿Por qué se produce la cistitis durante el embarazo?
La causa más normal es de origen bacteriano debido a los cambios hormonales y presión en la vejiga. Especialmente en el último trimestre dado que la presión dificulta el vaciado de la orina. El estreñimiento, algo también muy común, agrava el incremento de bacterias intestinales.
Es muy importante tratar la cistitis adecuadamente porque si se deja, puede producir complicaciones. Puede aparecer pielonefritis, infección renal o incluso parto prematuro, aunque esto último es muy poco común.
Como en todas las enfermedades, la prevención es una de las mejores formas de luchar contra la cistitis. Es recomendable beber mucha agua cada día para limpiar y vaciar la vejiga. Se recomienda evitar el alcohol o las bebidas azucaradas, alimentos muy grasos o picantes.
Se debe aumentar el consumo de verduras y frutas, especialmente aquellas que son más diuréticas. No se debe utilizar ropa demasiado ajustada o ropa interior que sea sintética, por ejemplo, y aumentar la higiene íntima.
Los expertos coinciden en que también se pueden consumir remedios naturales para prevenir esta clase de problema de salud. Como los arándanos, los cuales contribuyen a prevenir y aliviar la cistitis debido a que son ricos en antioxidantes.
Aunque suene raro, una infusión de apio, alcachofa o hinojo también son buenos aliados. Estos ingredientes son muy diuréticos y ayudan a la eliminación de bacterias que provocan la inflamación.
También destacan la manzanilla y la malva, tomadas en infusión, donde destacan sus propiedades depurativas, antisépticas y antiinflamatorias.
Para finalizar, se recomiendan baños de asiento con aceites esenciales. Se deben añadir unas quince gotas de aceite esencial de bergamota, eucalipto o hinojo dulce al agua. Nos sumergiremos en ella durante unos quince minutos y después nos secaremos bien la zona.
Recuerda que la mejor forma de luchar contra esta patología es con la prevención. Seguro que con estos consejos reduces las posibilidades de tener esta patología.