Otitis infantil, causas, síntomas y tratamiento

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La otitis infantil es uno de los problemas de salud a los que muchos niños deben enfrentarse tarde o temprano, aunque hay que decir que no todos pasan por ella, pero sí un alto porcentaje.

Normalmente se suele pasar entre los 6 y los 18 meses, aunque  puede ocurrir con edades comprendidas entre los 5 y los 8 años. El dolor que les provoca la otitis infantil les resulta bastante molesto, algo que puede acarrear alguna que otra patología secundaria, por ello hay que conocer cuáles son sus síntomas más comunes y actuar de inmediato.

Qué es la otitis infantil y cuáles son sus síntomas

La propia palabra lo dice, se trata de una inflamación del oído provocada por una infección que puede afectar tanto a la parte externa del oído como la media, siendo ésta la más común, sobre todo con la llegada del clima frío.

Los  síntomas son muy parecidos en cada caso, además del dolor intenso en el oído, también se puede producir irritabilidad, episodios febriles y sobre todo malestar, pero también se dan casos de vómitos, problemas para conciliar el sueño, pérdida de apetito, etc. Si la infección es seria y no se trata podría aparecer pus en los oídos.

Es importante que cuando comencemos a detectar los primeros síntomas, acudamos al médico para que le ausculte y le recete el tratamiento más adecuado. Normalmente suele recomendar antibióticos uno de los más recetados y suele durar poco más de una semana más o menos, aunque todo depende del tratamiento y de las recomendaciones que proporcione el profesional facultativo.

Si lo hemos detectado a tiempo puede que con unas gotas especiales las molestias desaparezcan en muy poco tiempo, ello irá acompañado de analgésicos para reducir notablemente el dolor y también poder bajar la fiebre, algo que suele notarse a las 48 horas aproximadamente.

Las causas de la otitis son siempre bacterianas, y acceden bien mediante la nariz, garganta o los propios oídos dada su interconexión. La mucosidad puede ser uno de los orígenes que contribuyen a su aparición, lo que impide que los conductos puedan limpiarse correctamente acumulando gérmenes que derivan en infección.

Por esa razón es tan importante que cuando nuestros hijos tengan mucosidad se la limpiemos correctamente para evitar que las posibilidades de infección sean altas. Aunque ya conoces que la otitis no se puede evitar por completo, ahora ya sabes que sí se pueden reducir las posibilidades de tenerla.