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Niños con baja autoestima: ¿cómo detectarlo y ayudarles?

¿Has notado que tu hijo está irritable cada vez que le ayudas con los deberes del cole o le pides que ordene su habitación? La baja autoestima en los niños tiene consecuencias tanto en su desarrollo como en la edad adulta. Sin embargo, debemos saber que la autoestima se puede mejorar. Basta con conocer los síntomas y hacer un pequeño trabajo con los niños día a día.

¿Qué es la baja autoestima en los niños?

La autoestima en los niños, al igual que en los adultos, es una actitud en la que se sienten menos que los demás, con menos capacidades. No todos nacemos con una autoestima alta ni baja y es que la autoestima no es genética, sino que debe ser entrenada y trabajada desde pequeños. Un niño con una baja autoestima tenderá a llamar más la atención, buscará más que se le elogie y tenderá a tener muchas más rabietas que los niños de su edad.

Como padres debemos saber que los niños empiezan a desarrollar su autoestima desde el momento en el que son conscientes de sus habilidades y empiezan a descubrir el mundo, así como cuando empiezan a relacionarse con los adultos.

En este momento es cuando, como padres, debemos hacer un buen trabajo con nuestros hijos, de manera que su autoestima se vaya desarrollando adecuadamente. De este modo, también evitaremos que tengan más problemas de mayores.

Síntomas de baja autoestima en los niños

La baja autoestima en los niños es fácil de identificar siempre que sepamos qué es lo que debemos observar en su comportamiento. Los síntomas más característicos son los siguientes:

Se comportan de forma agresiva

Los niños que tienden a comportarse de un modo agresivo suelen ser niños con una baja tolerancia a la frustración. Si este su comportamiento habitual, puede indicar que siente que todo lo hace mal o que todos los demás son mejores que él.

Por otro lado, este comportamiento también les sirve para llamar la atención. El niño con baja autoestima necesita que estén pendiente de él para sentirse valorado. Por ello, intentará cualquier comportamiento necesario para conseguir la atención que reclama.

Tienen una actitud crítica y buscan siempre la perfección

Los niños con baja autoestima suelen ser niños muy perfeccionistas en todo lo que hacen. Para ellos, hacerlo todo bien es la forma en la que los adultos estarán contentos con ellos y tendrán el reconocimiento que buscan. Por este motivo, se esfuerzan mucho más que otros niños en las mismas tareas.

Suelen estar tristes

Es normal que los niños estén tristes de vez en cuando, pero cuando esto sucede de forma regular es una señal que de algo no va bien. La baja autoestima en los niños hace que se vean inferiores a los demás, lo que los lleva a estar tristes y apagados al no sentirse valorados.

Siempre quieren estar bien con todos

Los niños con baja autoestima son niños que buscarán siempre hacer las cosas bien y a gusto de los demás a modo de ser aceptados. Un niño que siempre busca el reconocimiento de los demás es un niño que demuestra una autoestima que debe ser trabajada.

Problemas con los demás

Por último, es importante destacar que los niños con baja autoestima suelen tener problemas a la hora de relacionarse con los demás. Suelen sentirse inferiores a los demás y creen que sus capacidades son mucho más bajas. Esto hace que se cierren en ellos mismos para evitar las críticas.

¿Qué puede hacer que los niños tengan baja autoestima?

Hay muchos motivos por los que los niños pueden desarrollar una baja autoestima y, como padres, debemos conocerlas e intentar cambiar nuestro comportamiento hacia ellos. Solo de este modo, nuestros hijos van a tener una buena autoestima y un desarrollo correcto que les prepare para la edad adulta.

Las responsabilidades

Los niños deben tener responsabilidades. Como padres, debemos encontrar las responsabilidades adecuadas para cada edad, pero es importante que los niños vean que deben hacer cosas como los adultos. De este modo, también verán que pueden hacer lo que se les pide y esto ayudará a fortalecer su autoestima.

El cariño y el calor de los adultos

Los niños necesitan sentirse queridos y apoyados. Los adultos debemos dejar de lado el piloto automático que tenemos encendido y debemos pasar más tiempo de calidad con nuestros hijos.

Decirles cada día que los queremos y preguntarles sobre su día o cómo se sienten nos ayudará tanto a mejorar nuestra relación con ellos como también mejorará su autoestima.

Escuchar y dejar que se expresen

Los niños, como nosotros, tienen mucho por explicarnos de su día a día. Si todo el día hablamos de temas de adultos sin prestarles atención, sentirán que todo lo demás es más importante que ellos. Los niños deben poder expresar también sus emociones, compartir lo que les haya sucedido en la escuela, etc.

¿Cómo podemos ayudar a nuestro hijo a mejorar su autoestima?

Si vemos alguno de los comportamientos que hemos detallado en nuestros pequeños es momento de ponernos manos a la obra. Debemos empezar a trabajar con ellos para mejorar su autoestima de modo que puedan seguir desarrollándose adecuadamente. ¿Cómo podemos hacerlo?

  • Dejando que se expresen: cuando lleguen de la escuela, debemos preguntarles sobre su día. Es cierto que tenemos mucho que hacer cuando llegamos a casa, pero encontrar un ratito para prestarles toda nuestra atención hará una gran diferencia.
  • Dales responsabilidades en casa: ayudar en casa es algo que les permitirá ver que son capaces de hacer cuando se les pide. Sin embargo, las tareas deben estar adaptadas a cada edad para que no sientan todo lo contrario.
  • Decirles “Te Quiero” cada día: no hace faltar usar siempre las mismas palabras, pero decirles “Te quiero” cada día acompañado con algunos mimos, hará que nuestros hijos se sientan queridos y arropados. Esto, al mismo, tiempo acabará con el problema de la mala relación con los demás o con el comportamiento agresivo, pues sentirán que no deben competir con nadie para ser amados y escuchados.

La autoestima en los niños es una capacidad que se puede y se debe entrenar y fortalecer; solo de este modo conseguiremos que nuestros hijos sean felices, se desarrollen adecuadamente y se conviertan en adultos sanos y responsables.