Los diferentes tipos de embarazos

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Uno de los momentos más bonitos en la vida de una mujer es cuando está esperando un hijo. Quienes ya han pasado por ello saben que hay momentos malos, pero quedan eclipsados cuando llega el bebé. En la mayoría de casos, los embarazos salen a pedir de boca aunque hay veces que las cosas no salen como se espera.

Por ello queremos enumerar los diferentes tipos de embarazos que suelen darse. Cada uno tiene sus características principales y es importante que los conozcamos.

Embarazos según su tipo

Uno de los embarazos más comunes es el intrauterino, siendo aquel que ocurre en el interior del útero. En este embarazo el feto está en interior del útero, donde se desarrollará correctamente. Así lo hace durante una meda de unas 40 semanas.

Durante los embarazos intrauterinos, el cuerpo de las mujeres sufre diferentes cambios, tanto físicos como hormonales. De esta forma se va adaptando para el proceso final del parto.

Cuando los embarazos se producen fuera del útero materno se conocen como ectópicos. En este caso hay que decir que el feto no se puede desarrollar normalmente y acaba por no sobrevivir.

Esta clase de embarazo suele suceder durante las primeras semanas y en muchas ocasiones la madre desconoce estar en estado. Normalmente los médicos suelen descubrirlo a partir de la octava semana aproximadamente.

En este caso hay que recordar que suele ser un gran mazazo para cualquier futura mamá. En muchas ocasiones se necesita ayuda para superar este trance. Hay que recordar que aunque se tenga un embarazo ectópico, no quiere decir que el siguiente vaya a ser así.

Uno de los embarazos más peligrosos es el que se conoce como molar. La placenta crece muchísimo y se convierte en muchos quistes, el embrión no se suele formar y si lo hace no sobrevive. Si no se trata correctamente puede incluso llegar a provocar cáncer.

El embarazo múltiple es cuando varios óvulos son fertilizados a la vez y es cuando se desarrollan mellizos, gemelos, etc. No es muy común, pero se suelen dar bastante más de lo que se puede pensar en un principio. Otro tipo es el intraabdominal, el cual suele suceder tras haberse hecho una cesárea anteriormente.

La cesárea puede debilitarse hasta tal punto que puede romperse. Esto hace que el feto pueda ir a la cavidad abdominal y este caso es delicado. Que salga bien depende de la edad gestacional del feto cuando se produce el desgarro.