La alimentación en los niños es un tema que debemos controlar mucho. Por todo el mundo es sabido que la obesidad es una de las grandes epidemias del siglo XX y del presente. Para luchar contra ella, se debe comenzar desde pequeños, acostumbrándoles a comer correctamente.
Una buena alimentación frenaría la obesidad
Desgraciadamente, cada vez son más los niños que están sufriendo de sobrepeso. Esto hace que tengan problemas para poder llevar una vida saludable. Es alarmante pero muchos niños de entre 2 y 5 años comienzan a tener sobrepeso. Los índices de obesidad infantil parece que no dejan de crecer en todo el mundo. Hay que poner freno a esto y no hay mejor lugar que hacerlo desde casa.
Cuando se tiene sobrepeso se desarrolla una mayor propensión a sufrir enfermedades importantes, algunas crónicas. Enfermedades del corazón, presión arterial alta, diabetes, problemas cardiovasculares, derrames cerebrales o algunas clases de cáncer entre otros.
Los niños que son más obesos que el resto no solamente podrán tener problemas de salud. Los problemas sociales con sus compañeros también serán algo palpable. Muchos de los compañeros de clase seguramente se harán burlas del niño o la niña que tenga sobrepeso. Esto hace que los pequeños que sufran esto tengan una baja autoestima. Asimismo puede llegar a afectar a su vida adulta, pudiendo tener sentimientos de frustración.
Además del sedentarismo, la alimentación diaria es una pieza muy importante relacionada con su estado físico y de salud. Diversos estudios médicos revelan qué alimentos están más relacionados con el sobrepeso y la obesidad.
Los alimentos que causan más daño a los niños
Para ello se usó el Estudio Longitudinal Avon de padres e hijos. En esta investigación se estudió la dieta y el índice de masa corporal de unos 4500 niños. Finalmente, se encontraron diferentes clases de alimentos que causan un gran daño en los niños si se consumen de manera continuada.
Las patatas fritas o las patatas snack de bolsa, productos fritos como congelados, carnes y pescados; carnes procesadas, productos untuosos como el paté o la margarina, granos refinaos como harina blanca que hay en alimentos procesados como el arroz blanco o pan blanco y cualquier clase de producto que utilice azúcar refinado como bebidas azucaradas o bollería industrial.
Como progenitores está en nuestra mano proporcionarles una dieta sana. Su salud, al menos en cuanto a la alimentación se refiere, nace desde el hogar. Seguro que como madre o padre no querrás que tu hijo sufra estos problemas, en tu mano está ayudarle.