La independencia en los niños

La independencia en los niños es algo que irán adquiriendo de manera natural a medida que crezcan. A pesar de ello, como mamás y papás, tendemos a protegerles, en ocasiones demasiado. Esto es algo con lo que hay que tener cuidado porque puede que cuando crezcan se hagan demasiado dependientes.

Dejar que los niños descubran por sí solos las cosas es una buena alternativa. A pesar de que sepamos que van a cometer un error, es ley de vida. Ya se sabe que de errores se aprende y así nos hemos ido desarrollando como personas poco a poco.

¿Por qué es importante la independencia en los niños?

Si les resolvemos todos los problemas estaremos haciéndoles un flaco favor porque aprenderán las cosas más lento. Debemos dejar que sean ellos los que tomen las decisiones en muchos aspectos. Sobreprotegerles frena su desarrollo como personas y seguro que eso no es algo que quieres.

No se debe interferir en la capacidad del niño para que éste desarrolle no solo su independencia sino también su autoestima o la capacidad autosuficiente para la toma de decisiones y resolver problemas.

Cómo ayudarles a ser más independientes

Ayudarles a que sean más independientes no se trata de dejarles que hagan lo que quieran y cuando quieran. Hay que tener cierto control pero también ser flexibles y permitirles cierta libertad de decisiones en determinados momentos. Eso sí, siempre supervisándoles.

Por ejemplo, a la hora de comer, si el niño es pequeño, seguro que le gustará comer solo. A los más peques les encanta que les den la comida, pero tampoco pueden alimentarse por sí mismos. Pero cuando ya tienen unos años, dejar que sean ellos los que se coman un yogur, puede ser un gran paso.

A medida que vayan creciendo, se les puede dejar elegir que sean ellos lo que quieren para comer. Es algo muy sencillo, pero que les ayudará a crear un sentimiento de independencia muy positivo para ellos.

Que sean ellos los que experimenten cuáles son las consecuencias de sus errores es algo básico. De los errores se aprende y esto les irá forjando como personas, algo muy importante en su desarrollo.

Cuando tengan un problema, podemos dejar que intenten solucionarlo por su propia cuenta. En este caso, si tienen dudas, no hay que dejar de asesorarles, pero deben intentar resolver el problema ellos mismos.

Para finalizar, nunca hay que ponerles demasiadas trabas, las cosas deben surgir de forma natural. Si se les pone muy cuesta arriba, nunca está de más echarles una mano.