Cada día somos más conscientes de lo importante que es un buen descanso para el desarrollo y el crecimiento de los niños, especialmente en las edades más tempranas. Y para conseguirlo es fundamental la elección de una buena cuna y un colchón adecuado. Hoy queremos hablar de los diferentes tipos de cuna que hay y de las características principales que tiene que tener un buen colchón para los bebés.
Elegir bien la mejor cuna no es fácil
En la actualidad existen en el mercado distintos tipos de cunas, todas ellas con un diseño único y de lo más moderno.
Cuna funcional
Por un lado, está la cuna funcional, una de las más populares y más seguras. Cuenta con cajoneras colocadas en su parte inferior, en los pies o en el cabecero. Ahorran mucho espacio y son perfectas para guardar ropa, juguetes, pañales e incluso libros cuando vayan siendo más mayores.
Cuna clásica
Por otro lado, están las cunas clásicas cuya principal ventaja es que tienen una vida útil muy larga. En cualquier caso, también son muy cómodas y seguras y la mayor parte de ellas permiten quitar sus barrotes para convertirlas en una cama. Así la progresión de los pequeños desde su cuna hasta una cama individual será mucha más placentera para ellos. Existen muchos modelos que cuentan con ruedas por lo que además se podrán mover sin que el bebé se despierte.
Cuna plegable
Existen también las cunas plegables perfectas para viajar. Se presentan en distintos tamaños y se pueden desarmar para guardarlas en su propio estuche.
Practicuna
En el mercado también es posible encontrar las practicunas, unas cunas que sobresalen por su enorme funcionalidad. Están fabricadas con tela impermeable por lo que se pueden lavar fácilmente. Por otra parte, apenas pesan por lo que son muy livianas para trasladar. Además, cuentan con bordes redondeados y redes por lo que el bebé no tendrá ningún riesgo de hacerse daño. Se pueden convertir y usar también como un parque para que el pequeño juegue dentro y siempre seguro.
Cuna colecho
Imposible no hablar de las cada día más populares cunas colecho. En este caso habría que empezar diciendo que, aunque resulta muy cómodo practicar el colecho con los pequeños, lo cierto es que podría convertirse en algo peligroso, ya que durante la noche se puede llegar a asfixiarlos o aplastarlos sin darse cuenta. Por este motivo nacieron este tipo de cunas, ya que son una manera segura de compartir espacio de descanso son los bebés.
Es posible que todavía existan personas que no conozcan que es una cuna colecho, pero se trata de una forma de descansar que en ciertas culturas como la japonesa se lleva haciendo desde siempre. De hecho, se practica hasta bien entrada la edad del niño, incluso hasta los 7 años. En realidad, se trata de una minicuna donde uno de los lados se acopla a la cama de los papás. Así el bebé duerme junto a sus padres, pero en su propio espacio, prevaleciendo siempre su seguridad en todo momento.
Además, aportan ciertas ventajas como la alimentación del pequeño. No en vano, la mamá puede amamantarlo en cualquier momento y sin necesidad de tener que levantarse. De esta manera mejora el descanso suyo y por supuesto, el del niño. En el caso de darle el biberón, se puede tener preparado junto a la cuna todo lo necesario. Incluso en estudios indican que la práctica del colecho ayuda a mejorar el desarrollo neuronal de los bebés.
La seguridad es fundamental
En todos los casos, hay que asegurarse que la cuna elegida cumple con todas las normas de seguridad y que se ha comprado en un lugar de absoluta confianza. Tanto las pinturas como el barniz deben ser atóxicos y sus piezas no deben contener ninguna astilla, así como tornillos sueltos o bordes puntiagudos.
El material debe estar en un perfecto estado y tiene que existir la separación adecuada entre el colchón y los barrotes. Lo más adecuado es que la cuna tenga como mínimo 20 centímetros más que el bebé. También hay que pensar en la cantidad de espacio del que se dispone, de la edad del pequeño y de la frecuencia con la que se va a mover. No en vano, cada familia cuenta con sus rutinas propias y la elección de una cuna debe estar basada siempre en ellas.
Elegir colchón
Ahora que sabemos cuáles son los tipos de cunas que existen, es fundamental elegir el mejor colchón para esta cuna tan especial. Uno que tenga las mejores características para las primeras etapas de la vida de los niños, tiene que contar con un soporte firme que impida que se hunda en él, algo fundamental para evitar los reflujos y la muerte súbita.
En el momento de comprar un colchón para la cuna, hay que procurar escoger uno que se ajuste a la perfección a las medidas de la misma. Es necesario que no quede ningún espacio alrededor del colchón, ya que podría suceder que el bebé se durmiera con parte de su cuerpo fuera de él. Tampoco debe ser demasiado grande, ya que en este caso se quedaría levantado por sus laterales y podría hacer que el bebé no durmiera en una posición correcta.
Es imprescindible elegir materiales de calidad. La espumación técnica premium es probablemente el material que ofrece a cualquier bebé las mejores condiciones a la hora de descansar. Se trata de un material extremadamente duradero y resistente que ofrece un enorme soporte, una gran transpirabilidad y una enorme adaptabilidad. Además, cuenta con las últimas tecnologías e innovaciones dentro del sector del descanso.
Un colchón bueno para la cuna tiene que proteger al bebé por completo de hongos, bacterias y ácaros. Por otra parte, debe asegurar una protección máxima contra la humedad y la suciedad. Como van a pasar muchas horas sobre él, cualquier pequeña gota o mancha podría llegar a introducirse en el interior del colchón y conseguir que perdiera sus cualidades principales. En cualquier caso, es recomendable que se proteja con una funda adicional y con un protector de colchón específico que sea hipoalergénico, muy transpirable e impermeable.
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