calzado bebé

Cómo elegir los zapatos más adecuados para nuestros hijos

Elegir los zapatos más adecuados para nuestros hijos es fundamental. El calzado es una pieza clave para el buen desarrollo y crecimiento de los niños, y seleccionar bien los zapatos desde que empiezan a andar y a lo largo de toda su etapa infantil, facilitará su correcto crecimiento. Hay zapatos adecuados para cada edad, y otro tipo de zapatos que no resultan recomendables.

Debemos tener en cuenta que la compra de calzado es muy recomendable posponerla hasta los 12 meses de vida del bebé, cuando ya empieza a andar, y que hasta esa edad, no es necesario que lleve zapatos, es más, no es nada aconsejable. Pero a partir de los 12 meses de vida, cuando nuestro bebé pasa del gateo a andar, es importante que empecemos a mirar el mejor tipo de calzado para bebés.

Calzado para bebés de 12 a 36 meses

Los recién nacidos tienen un pie que suele medir unos 7,5 cm., y su forma es redondeada. Desde su nacimiento hasta, aproximadamente, los 12 meses de edad, que es cuando empiezan a andar, no es recomendable que utilicen zapatos, ya que al ponérselos se puede someter al pie a molestias o roces innecesarios. Los clásicos patucos de recién nacido, o los calcetines, son suficientes para proteger el pie de nuestro bebé.

A partir de los 12 meses de edad, nuestro bebé empezará a dar muestras de  querer empezar a andar, tras unos meses de gateo en los que, tarde o temprano, hará el movimiento de querer incorporarse y caminar. En esta edad, el pie de un niño suele medir unos 12 cm., es redondo y plano, y sus huesos no están totalmente formados, por lo que necesitará un calzado especial.

Hay muchos modelos en el mercado para niños que comienzan a andar, y los primeros zapatos de nuestro bebé deberán ser flexibles y cómodos, pero al mismo tiempo firmes y de sujeción, con refuerzo en los talones y en la puntera, y la máxima sujeción del tobillo. Estos zapatos deben llegar por debajo de los huesos laterales del tobillo, y son muy parecidos a unas botitas.

Además, la horma será ancha para que nuestro bebé esté cómodo y los pies no queden apretados o los dedos superpuestos, y no deben llevar costuras internas que les molesten. Las suelas suelen ser de cuero o de goma, con buen agarre al suelo para evitar que se resbalen, y deben ser lo suficientemente flexibles para que se pueda flexionar el pie con comodidad, mientras el bebé aprende a dar sus primeros pasos.

En esta época de crecimiento del bebé, y hasta los 36 meses, los materiales de fabricación del calzado del bebé han de ser de calidad y naturales: piel, cuero, algodón, etc. No resulta un calzado barato, pero es esencial para que nuestro bebé esté cómodo o seguro y sus pies, que se están formando, no resulten dañados.

Calzado para niños a partir de los 3 años y calzado escolar

A partir de esta edad, los niños cambian su forma de apoyar el pie paulatinamente, ya que tienen más control sobre sus movimientos y las piernas ya rotan. El pie sigue creciendo, y en estas edades las tallas pueden variar, según el crecimiento del niño, por lo que debemos estar muy atentos a que los zapatos no le aprieten y cambiarlos en cuanto notemos que se les están quedando pequeños.

A partir de los cinco o seis años de edad, las tallas suelen oscilar entre la 23 y la 28, y es importante que el tobillo de los niños continúe estando bien sujeto, puesto que aún no están bien formados. A esta edad, ya querrán ponerse los zapatos solos, y hasta que les enseñemos a atarse los cordones (a partir de los 6 años serán capaces de hacerlo) lo más recomendable es seleccionar zapatos con velcro, fáciles de poner y quitar.

Más adelante, y ya en edad escolar, debemos seleccionar los zapatos más cómodos y fáciles de llevar para nuestros hijos. Para ello, es importante que nos acompañen, y probarles diferentes modelos hasta elegir el que más se adapte a su pie, haciéndoles caminar con diferentes pares para comprobar con cuál se encuentran cómodos. Para comprobar la talla, debemos meter el dedo en el talón, y ver que hay una distancia de 1 cm., con el fin de que los zapatos sean de su talla y no les queden apretados. La puntera debe ser ancha, y los zapatos ligeros y flexibles, capaces de doblarse al caminar.

Con estas pautas básicas, seremos capaces de elegir el calzado más adecuado, y centrarnos en los modelos y marcas que más nos guste, siempre teniendo en cuenta que el zapato es una pieza fundamental para el correcto desarrollo del pie de los niños, y también de su esqueleto, y especialmente del buen desarrollo de la columna y de las rodillas. En este sentido, debemos estar atentos a su evolución, y si notamos que gasta los zapatos muy rápido, o sólo por un lado de la suela, lo recomendable es llevarle al podólogo para una revisión.

Calzado no recomendable

Las zapatillas deportivas son uno de los tipos de calzado más básicos que un niño puede necesitar para hacer deporte en el colegio. En este sentido, debemos escoger unas deportivas especialmente diseñadas para ellos, y de excelente calidad, aunque resulten más caras. Unas zapatillas deportivas baratas no transpiran bien, y pueden acarrear problemas en el pie, tales como hongos o alergias, por lo que es fundamental apostar por la calidad y las buenas marcas.

Para que lleven deportivas es importante que siempre lleven calcetines, para evitar roces y problemas en la piel. Además, tanto en este calzado como en cualquier otro, lo importante es variar, y no ponerse siempre los mismos zapatos.

No son recomendables, aunque puedan estar de moda y los niños y niñas quieran este tipo de zapatos, los que tienen la punta demasiado estrecha, o las botas muy apretadas que no permitan al pie moverse con libertad. Tampoco son muy recomendables las manoletinas para las niñas, puesto que los pies no quedan bien sujetos, y sólo deben utilizarlas en ocasiones muy especiales para no obligar al pie a hacer un esfuerzo extra.