El dolor de ciática durante el embarazo se suele presentar a partir del quinto mes de gestación – debido a que el tamaño y el peso de la barriga nos obliga a colocarnos en posturas poco saludables. Hoy en Mamalua analizamos este trastorno, cómo afecta a las mujeres y cómo podemos prevenirlo o mitigarlo.
El 30 % de las embarazadas sufren molestias de la ciática durante el embarazo a finales del segundo trimestre. Las mujeres por el peso de su barriga tienden a encorvarse y adoptan posturas cuyo resultado es dolor en un lado de la parte baja de la espalda, baja hacia el glúteo y al ser muy fuerte, éste irradia por toda la pierna dominante.
El dolor puede afectar la corva de la rodilla y bajar hasta el talón. En otras palabras, la ciática durante el embarazo provoca dolor en todo el recorrido del nervio ciático partiendo desde la región lumbar hacia la planta del pie.
Los síntomas varían de embarazada a embarazada, por lo general es una sensación de hormigueo en la pierna, debilidad, entumecimiento, ardor y dolor ocasionado por la presión sobre el nervio ciático; en ocasiones es tan fuerte que imposibilita el movimiento de la mujer, en algunas ocasiones el pie queda sin poder moverse del suelo.
El sobrepeso de la barriga y el aumento del útero originan que la mujer busque cómo sentirse mejor e impulse la pelvis hacia adelante. El dolor de la ciática durante el embarazo se inicia en las noches, al toser o reír, después de sentarse o pararse, al doblarse hacia atrás o la caminar unos cuantos metros.
Por lo regular si habéis sufrido de ciática en el embarazo anterior o si padecéis escoliosis, tenéis bastantes probabilidades de tener dolores de ciática durante el embarazo.
El tratamiento puede ser tópico por medio de aplicaciones de hielo o calor en el área afectada o un analgésico recomendado por el ginecólogo.
La mejor forma es tomar medidas preventivas antes de sufrir las molestias de la ciática durante el embarazo:
- Es aconsejable hacer yoga, natación o ejercicios de estiramiento que nos mantengan activas.
- En el trabajo se debe evitar la posición de encajamiento, es decir estar sentada pro horas y sin estirar las piernas.
- Es preciso evitar sentarse en taburetes altos y cruzar las piernas.
- Es recomendable usar zapatos de altura media (entre tres y cinco centímetros) y evitar usar zapamos muy planos o con mucho tacón.
- Dormir sobre un colchón firme y si preferís la posición de lado, colocar la barriga sobre una almohada.