Según las últimas investigaciones, hay aproximadamente un millón de adolescentes españoles con una edad comprendida entre los 12 y los 18 años que se encuentran en riesgo de tener adicción a Internet. Esta cifra supone un total del 32% de los más de tres millones de jóvenes con esa edad que hay en España.
A esa cifra hay que sumar los que ya están considerados adictos, es decir, unos 45.300, un 1,5% de todos los jóvenes que utilizan Internet hoy en día. Nadie duda de que Internet es de gran ayuda, tanto para trabajo, estudios o para relacionarse, pero nunca hay que cambiarlo por la vida real. ¿Qué puede suceder cuando los adolescentes se vuelven adictos?
¿En qué deriva la adicción a Internet?
Una de las características en las que puede derivar la adicción extrema a Internet es el cambio de comportamiento y la pérdida de control sobre el uso de la red. Aquellos adolescentes que sufren de adicción a Internet sufren de poca socialización, dejando de lado las relaciones sociales así como la higiene personal, un descenso de su rendimiento en los estudios
Para todos aquellos padres y madres que quieran saber si sus hijos están en riesgo de tener adicción a Internet, diversos estudios revelan que podemos saberlo viendo si están todo el día utilizando el teléfono móvil con las redes sociales durante al menos unas dos o tres horas al día así como jugar con el ordenador más de 2,5 horas al día o incluso tener más de 500 amigos online.
Los estudios revelan que el 32% de los adolescentes internautas se pasa más de tres horas al día conectados a la red, algo que les pone en peligro de esta adicción. Por eso es tan importante que los adolescentes realicen actividades fuera de casa, que participen en eventos y socialicen en persona, sin necesidad de estar relacionados con las redes sociales.
Alguno de los detonantes de este riesgo puede ser el aumento del uso de los dispositivos móviles, la gran oferta de de acceso a Internet, el boom de las redes sociales y lo asequibles que son los dispositivos que permiten el acceso a Internet.
Lo mejor que podemos hacer es que, como padres y madres, controlemos el acceso a Internet de nuestros hijos y si hace falta les pongamos un horario para contribuir a que no tengan esta clase de adicción y puedan tener una adolescencia completa.