En una familia que tiene hijos es normal que a veces éstos sean un poco rebeldes. No hay que echarse las manos a la cabeza, es algo normal, aunque no hay que dejarlo pasar. Si se tienen hijos rebeldes es necesario imponer unas normas de disciplina en el hogar.
Cómo se consigue a disciplina en el hogar
Lo primero que hay que tener presente es que la rebeldía de los niños forma parte de su desarrollo. Todos los niños, quien más o quien menos, ha tenido un episodio de rebeldía. Lo que no debemos hacer es imponer unas normas estrictas y que sea algo parecido a una dictadura.
Hay muchas formas de instaurar unas normas de disciplina en el hogar y la mejor es la positiva. Además hay que armarse de paciencia, porque se necesitará, sobre todo cuanto más pequeños sean los niños.
Hay que tener paciencia pero también comprensión y saber que a veces podremos llegar a perder los nervios. Recuerda que ponerse nerviosa no va a solucionar absolutamente nada.
Aprender a controlarse es algo necesario en caso de tener hijos rebeldes. Esto es especialmente útil si eres de esa clase de madres o padres que pierde los nervios con gran facilidad,
Ante os hemos hablado de la disciplina positiva, pero… ¿cómo se puede conseguir? Sigue leyendo porque vamos a dar unos consejos muy sencillos pero tremendamente útiles para instaurar unas normas de disciplina.
Por ejemplo, se recomienda mantener rutinas en cuento a comidas y la hora de acostarse. ¿Por qué? La explicación es sencilla y muy psicológica. Esto hace que los niños se sientan seguros y confíen. Además, con ello evitaremos que puedan tener una pataleta a causa del cansancio, sueño o por el hambre.
Debemos ponernos a su altura
Cuando te dirijas a tu hijo debes hacerlo mirándole a los ojos. Ponerse a su altura hace que nos escuchen y mucho más si lo hacemos con una voz calmada. Si no lo has hecho ninguna vez, haz la prueba y descubrirás los resultados que aporta,
Para que los niños puedan aprender mejor las cosas, hay que decirles que no de vez en cuando. No hay que usar la tiranía, a veces hay que ser flexibles y ceder, pero no siempre. Cuando tengas que poner reglas no pongas demasiadas, pon pocas pero que sean claras. Si pones muchas, seguro que no las recordarán todas.
Para finalizar, gritarles no les sirve de nada, solo les asusta, les genera miedo y sobre todo, no les educa. Es un recurso que no debemos utilizar nunca, no aporta nada, sino que resta. Usar la violencia tampoco es una salida ni solución para los niños rebeldes.