En muchas ocasiones, el matrimonio no sale como se espera en un principio y todo acaba en divorcio. Muchas personas que se casan piensan que será para siempre, pero a veces no es así. Hay muchas causas por las cuales puede producirse un divorcio, una situación delicada, sobre todo si hay hijos de por medio.
Desde el punto de vista adulto, se trata de un trance que se cura con el paso del tiempo. Pero para los más pequeños de la casa puede suponer un cambio radical en su vida. Por eso es tan importante que tanto la mamá como el papá le proporcionen el máximo de ayuda posible.
Divorcio, ¿cómo podemos ayudar a nuestros hijos?
Es necesario brindarles la ayuda para que pueda sobrellevar de la mejor manera posible la separación. Cada niño es diferente y aunque algunos lo pasan muy mal, otros acaban comprendiéndolo y aceptándolo. Esa es una de las razones por las que hay que ir con tanto cuidado en estos temas.
Normalmente, cuando son muy pequeños, no se dan cuenta, pero cuando tienen una edad, la cosa se complica. Muchos de ellos no entienden porque esa estabilidad con la que gozaban hasta hace poco ya no está.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos tras un divorcio? Esa es una pregunta muy importante que tiene muchas respuestas posibles. Una de las formas de que sobrelleven mejor la situación es hablando con ellos.
Es necesario que comprendan que tanto su mamá como su papá le quieren con locura. Que los progenitores se separen no quiere decir que ninguno de ellos le deje de querer. Habrá veces en las que se verán más o menos, pero siempre serán sus papás. Esto hará que se sientan más reconfortados ante sus dudas.
Los expertos recomiendan no explicarles cuáles han sido los detalles del divorcio, no necesitan saberlo. Solamente cuando sean mayores si lo preguntan se les puede responder. Si se les dice de pequeños pueden incluso llegar a sentirse culpables por la situación, lo que sería peor para ellos.
Cuando se produce un divorcio, frente a los hijos nunca hay que discutir, hay que tratar el tema con normalidad. Lo que no se puede hacer es que los niños sufran por una situación que ellos no han provocado.
Es importante dejar que los peques puedan expresar cómo se sienten debido a la situación. También hay que ser flexible en cuanto a los horarios de visita, tanto por una parte como por otra. El niño debe estar completamente a gusto.
Es una situación compleja y no todos los casos son iguales. Por ello, si las cosas no salen como se esperan, lo mejor es buscar la ayuda de un profesional.