El embarazo es una etapa llena de cambios en cualquier mujer, algo que preocupa a las futuras mamás. Las mujeres que nunca han tenido hijos y los van a tener dentro de poco, se preocupan mucho por esta etapa. Es normal que se recele de lo que se desconoce aunque siempre se deben seguir las recomendaciones de los médicos. Tampoco está de más pedir consejo a mujeres cercanas que hayan tenido hijos. Esto tranquiliza a las futuras mamás más inexpertas, aunque hay que ser sinceras con ellas.
Posibles riesgos del embarazo
El embarazo no está exento de riesgos, algo que hay que asumir. Algunas de las causas pueden ser patologías con las que ya se cuentan o que se desarrollan durante la gestación. Asimismo también puede incluir embarazos múltiples, contar con más de 35 años o antecedentes de complicaciones en embarazos.
Es muy importante hablar con el médico en caso de que la mujer embarazada tenga una enfermedad crónica. De esta forma, el facultativo podrá aconsejar acerca de cómo poder minimizar riesgos antes de el embarazo.
Toda mujer que esté embarazada debe seguir las revisiones que marque el médico responsable. Así se podrá tener controlado todo el proceso de gestación y se reducirán los riesgos al mínimo.
No son pocas las enfermedades que se pueden sufrir durante el embarazo, razón de más por lo que hay que tener controlado al máximo todo el proceso. El motivo de estas revisiones es evitar complicaciones durante el embarazo.
¿Cuáles son estas complicaciones?
Dentro de las diferentes enfermedades que pueden llegar a darse durante la gestación destacan:
- Enfermedades derivada de un contagio sexual.
- Diferentes enfermedades de tipo cardiaco.
- Diabetes.
- Algunos tipos de cáncer.
- Problemas renales.
- Trastornos auto inmunes.
- Hipertensión arterial.
- Diferentes clases de infecciones.
No hay que olvidarse de la posibilidad de que se puedan dar otra clase de afecciones que aumenten el riesgo del embarazo. Algunos de ellos son la incompatibilidad Rh o la diabetes gestacional entre otras. Por eso son tan importante las revisiones y un buen cuidado prenatal que nos ayude tanto a detectar como a tratar estas afecciones,
Lo que hay que evitar es ser hipocondríacas y no confundir una enfermedad con síntomas normales del embarazo. El dolor de espalda, las nauseas, la fatiga o los mareos son algo muy común. En cualquier caso, si se tienen dudas o los dolores persisten, es recomendable la visita al médico para evitar problemas.