Según diferentes expertos y publicaciones sobre la salud de nuestros hijos, los niños de 2 a 18 años deben consumir menos de 25 gramos de azúcares añadidos al día. Esto es algo que debemos tener controlado como padres y madres con nuestros hijos, dado que cuando son pequeños somos nosotros los que les proporcionamos la comida y algún que otro capricho como un dulce.
Los expertos coinciden en que la recomendación es la misma para todos los niños comprendidos entre esta edad y piden que se fije un límite específico en el consumo de azúcares añadidos, siendo 25 los gramos máximos recomendados.
25gr de azúcar añadido, el máximo para nuestros hijos
Las recomendaciones coinciden en esta cantidad máxima de 25 gramos, sin importar si son sólidos o líquidos, lo que podría equivaler a unas 100 calorías al día o seis cucharaditas de azúcares al día.
Asimismo recomiendan limitar el consumo de bebidas endulzadas con azúcar a no más de tres o cuatro vasos pequeños a la semana. Los niños de dos años tienen la recomendación de no comer o bneber productos que cuenten con azúcares añadidos.
Se asegura que para la mayoría de los niños, un objetivo saludable y fácilmente alcanzable es el de no tomar más de seis cucharaditas de azúcares añadidos al día.
Es importante tener en cuenta que los niños que toman muchos alimentos repletos de azúcares añadidos suelen tener tendencia a tomar menos alimentos saludables como pueden ser las verduras, frutas, productos lácteos bajos en grasa, granos integrales, etc., productos buenos para su salud cardíaca.
El consumo de alimentos que cuenten con un alto índice de azúcares añadidos durante la infancia, está relacionado directamente con el desarrollo de factores de riesgo que tienen mucho que ver con las enfermedades cardiovasculares, además de tener un mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial o una de las peores enfermedades que hay actualmente, la obesidad.
Con el abuso de la ingesta de los azucares añadidos, las probabilidades de que los niños puedan desarrollar estos problemas de salud van aumentando exponencialmente, debemos tener cuidado con este peligro. Además, los niños que cuentan con sobrepeso suelen ser más propensos a ser resistentes a la insulina uno de los precursores de la diabetes del tipo 2.
Para finalizar, debemos recordar la importancia como padres de tener ese control sobre la ingesta de azúcares en nuestros hijos, estaremos apostando por la salud. Siempre será mejor proporcionarle algo mucho más sano que darle golosinas a diario, pero nunca debemos quitarle un capricho, pero de vez en cuando.