El descanso y los niños

Niña en pleno descanso

El descanso en los niños es algo indispensable, pero no solo para recuperar fuerzas. Un buen descanso les proporciona muchos beneficios, algo indispensable para su buen desarrollo. De esto es de lo que te vamos a hablar en este artículo.

Las actividades que un niño hace a diario pueden llegar a ser agotadoras, sobre todo en época de vacaciones. Por ello necesitan descansar cada de terminado tiempo para recuperar su energía. Pero no nos referimos a sus 8 o 10 horas diarias de sueño sino también con una pequeña siesta.

¿Cuáles son los beneficios del descanso en niños?

Aunque parezca que no tiene importancia, lo cierto es que el descanso es vital, sobre todo para los niños. ¿Sabías que con el correcto descanso el niño puede crecer mejor? Hace que nuestros hijos puedan crecer más sanos que otros. El descanso ayuda a que durante gran parte del día tengan el máximo de energía.

Les ayuda a eliminar la tensión y el estrés. Es triste, pero cada vez es más común oír hablar del estrés infantil. Para evitar que nuestros hijos lo padezcan lo mejor es que duerman una pequeña siesta de tarde.

Si tuvieron alguna situación en la escuela en las que se pusieron en tensión, el sueño les relajará. Si nuestro pequeño cuenta con muchas actividades el descanso debe ser obligatorio para los peques. De esta forma se relajarán y recuperarán correctamente la energía perdida durante sus actividades.

Si los niños duermen sus horas durante la noche y una siesta, su cerebro podrá alcanzar la maduración. Esto ayuda a los peques a retener mejor la información y a estar mucho más despiertos intelectualmente. Además desarrollan más rápido su lenguaje dado que tienen una gran energía.

Por otro lado, el descanso es muy importante porque puede hacerles más felices. Dado que no tienen preocupaciones y tensiones, se sienten con más energía y felicidad.

Es importante que creemos unos hábitos para que el niño pueda descansar de manera correcta. Es recomendable hacer que tomen la siesta y dormir a la misma hora todos los días. No hay que dejarles ver la televisión o estar con el móvil al menos dos horas antes de dormir.

Hay que evitar que hagan muchas actividades antes de acostarse. Darles la cena al menos una hora y media o dos antes de que se vayan a la cama. Hay que acostarles en su cama e incluso podemos ponerle música de meditación para que su relax sea más profundo.