Consejos para dormir a tu bebé

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Los padres primerizos pueden llegar a pensar que dormir al bebé es algo relativamente sencillo y que es suficiente con arrullarlo o ponerlo en su cuna, pero ni todos los bebés son iguales ni las cosas no son tan fáciles. Por ello vamos a darte unos consejos sobre cómo dormir a tu bebé, para que te resulte más fácil establecerle unas pautas de sueño.

Cuando esté ligeramente adormilado (que no dormido) es el momento ideal para ponerlo en la cuna. Esto tiene una razón y es porque está demostrado que aquellos bebes que duermen por sí solos tienden a dormirse de manera más rápida y ellos mismos aprenden cómo calmarse para dormir.

Si el bebé duerme más tiempo por el día que durante la noche, hay que enseñarle poco a poco a reconocer la diferencia entre el día y la noche. Por ello hay que dejar que entre mucho el sol en la casa o que duerma en habitaciones iluminadas. Para inducir el sueño a los bebés por la noche, lo que podemos hacer es instalar un control de intensidad de luz para regularla durante el día y poco a poco hacer que el bebé vaya diferenciando.

Otro consejo importante es despertar al pequeño en el mismo momento del día, acostumbrando a su cuerpo a despertarse más o menos a la misma hora, aunque esto no suele suceder con los bebés dado que cada poco tiempo se despiertan. Es más recomendable hacerlo con niños de edad un poco más avanzada.

Cuando pongamos al bebé en su cuna  o los arrullemos entre los brazos, no debemos mirarles a los ojos dado que los bebés se estimulan de una manera muy fácil. Una mirada de cariño puede hacer que el bebé se olvide del sueño y se reactive de nuevo. Por ello lo mejor es mirar hacia otro lado, pero sin dejar de prestarle atención. Acabará durmiéndose de una manera más rápida.

La temperatura de la casa es otro punto a tener en cuenta. Sabemos que 22 grados es una temperatura óptima para la casa en los días de más frío, pero para que el sueño sea óptimo, la temperatura debe estar entre los 17 y los 21 grados.

El sueño aparece siempre cuando desciende la temperatura del cuerpo, algo a que podemos contribuir dándole un pequeño baño antes de acostarlo, algo que le provocará el sueño y será mucho más fácil que se duerma.