En ocasiones, hacer que los niños coman verdura puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para muchos papás y mamás. Podría parecer que es algo innato en ellos, una especie de gen extraño que hace que prefieran mucho más otros platos que una buena ración de verduras, pero no, la realidad es diferente.
Los sabores tan fuertes como los del brócoli, las espinacas o el repollo hacen que los pequeños sientan rechazo por estos alimentos, sin importarles las beneficiosas propiedades que reporta su consumo. Esta es una razón por la que debemos probar con verduras y hortalizas de sabor más suave para no provocar rechazo desde el primer momento.
¿Cómo podemos hacer que coman verdura?
Como sabemos que los hijos tienen a los padres como referencia, lo mejor es predicar con el ejemplo. Si nos ven comer verduras y disfrutarlas, tarde o temprano querrán probarlas, por ello hay que prepararse platos con atractivo visual o acompañados de algo que les guste.
Por ejemplo, unos espárragos trigueros acompañados de jamón natural o de York e incluso unos guisantes guarnicionados con un poco de puré de patata hará que sean más apetecibles. La atracción visual juega un papel muy importante para los niños, por lo que siempre se puede “dibujar” con la comida caras o cualquier otro motivo en el plato para que les resulte más tentador.
Algo muy importante que no debemos hacer es chantajear al niño diciéndole que si no come las verduras no habrá postre. Los niños no son tontos y rápidamente asociarán a que la verdura no es buena mientras que el postre es un premio, ese es un error de muchos padres.
Si el niño o la niña se muestran receptivos a comer verdura, podemos dejarles que sean ellos quienes las elijan en la tienda y también quienes nos ayuden a prepararlas en la cocina. Involucrándose en estos procesos, les resultará mucho más sencillo comerlas, lo que con el tiempo hará que lo tomen como algo natural y no generarán rechazo a estos alimentos.
Probar con formas de elaboración diferentes es algo que hay que hacer. Unos bastones de zanahoria o de apio pasados por la plancha y acompañados por una salsa ligera de yogur para dipear puede ser una divertida y original forma de hacer que coman verduras y hortalizas.
Otro recurso es utilizar la verdura en alimentos que les gusten, como por ejemplo los bocadillos o hamburguesas donde se puede poner lechuga, canónigos o muchas otras verduras de hoja. En la pizza también se pueden poner pimientos, maíz dulce, etc., sólo es cuestión de pensar un poco y complementar los platos con estas deliciosas y sanas alternativas.