Aunque el vínculo entre bebé y sus padres va creciendo con el día a día, es importante que haya contacto físico entre ellos desde las primeras horas hasta los primeros días posteriores al nacimiento. Estos días son muy importantes porque se establece una conexión emocional, algo básico que será muy importante para el desarrollo del pequeño.
Consejos para fortalecer el vínculo con el bebé
Colocarlo en el regazo y acariciarle mientras le hablamos suavemente no solo hará que reconozca nuestra voz, tacto o incluso olor sino que se refuerza el vínculo entre el bebé y los padres.
A los bebés les gusta escuchar sonidos, sobre todo si son suaves, bien sea una voz, un arrullo o una canción. Esta acción tan sencilla no solo fortalece el vínculo sino que también les estimula la audición y les tranquiliza en momentos en los que pueden estar nerviosos, por eso siempre se calman cuando se les arrulla y se les canta suave.
Los masajes para bebés sirven también para aumentar la solidez del vínculo entre el papá, la mamá y el pequeño, pero hay que saber cómo hacerlo. Por esa razón es necesario preguntar al pediatra acerca de ello y que sea él o ella quien nos aconseje cómo hacerlo.
No todos los bebés tienen la misma tolerancia a los sonidos o a la luz y mientras unos pueden dormirse con la luz encendida o personas conversando al lado a otros les cuesta mucho, por eso es algo que hay que controlar para ayudarles a conciliar el sueño, procurando ser nosotros los que durmamos a su lado en nuestra cama. La experiencia será muy placentera para todos y el vínculo que se crea puede llegar a ser muy fuerte, siendo ésta una de las actividades que recomiendan muchos pediatras para hacer en familia.
Durante las primeras semanas de vida, es recomendable envolver al bebé en su mantita, lo que permite tranquilizarle y darle a entender que cuando está con su papá o su mamá, está protegido y se siente a gusto.
Para finalizar, queremos recordaros que tranquilizar al bebé es algo que tanto el padre como la madre deben aprender a conseguir. Hacer que el bebé se sienta cómodo, pero sobre todo seguro, es algo necesario en su crecimiento porque los pequeños consiguen asimilar en muy poco tiempo que estando con cualquiera de los dos va a estar a gusto, reforzando el vínculo del que os estamos hablando.