UNICEF, OMS, ESPGAN, Centros de Salud y Pediatras aconsejan que las madres den de mamar a sus hijos el mayor tiempo posible durante los 2 primeros años de vida.
Sin embargo en algunos casos por factores de salud de la madre, preferencias personales o del trabajo, no se puede cumplir con el amamantar al bebé y es necesario usar una fórmula adecuada al desarrollo.
Los componentes básicos de las leches infantiles y leches de seguimiento han tenido modificaciones con mejores resultados en los componentes químicos y nutricionales; la leche materna posee nutrientes y protección inmunológica disminuyendo infecciones y alergias; debido a esto se trata de copiar lo más posible usando leches de fórmula.
Características de la leche de fórmula
Se conocen las fórmulas de inicio o tipo 1 para los bebés recién nacidos hasta los 4-6 meses; la fórmula de Continuación o Tipo 2 a partir de dicha edad. Los hidratos de carbono otorgan el 50% de energía, mientras que la lactosa (igual que en la leche humana) es el componente mayoritario; además sus componentes son: grasas, vitaminas, minerales y proteínas.
El pediatra del bebé recomendar la mejor leche de fórmula requerida para él/ella. Existen leches para prematuros, anti-regurgitación, leches anti-estreñimiento, leches infantiles y desarrollo cognitivo, leches infantiles complementadas con nucleótidos, leches infantiles con efecto bifidógeno, leches infantiles con bajo contenido proteínico.
Tipos de leche
Las leches de fórmula o preparados presentan grandes variedades para diversas necesidades de los bebés. Por cómo es su presentación están agrupadas en:
-
Leches en polvo.
-
Leches líquidas concentradas.
-
Leches líquidas listas para ser usadas.
Las fórmulas para recién nacidos y bebés de 6 meses son parecidas entre sí con la diferencia en el contenido proteico y niveles de hierro (menor en las de inicio); las de seguimiento contienen sacarosa, miel y fructuosa. En todas se encuentra incluido el ácido fólico, riboflavina, tiamina y ácido pantoténico.