Seguramente en más de una ocasión te habrás dado cuenta de que tu bebé, el de una hermana, familiar o el de cualquier amiga huele genial. Lo más normal es que pensemos que ese olor es debido al talco, a las lociones o a las cremas hidratantes que solemos aplicarles, pero no son las culpables de su olor.
Un investigación llevada a cabo desde la Universidad de Montreal para saber por qué huelen tan bien los bebés ha revelado exactamente cuáles son las causas de este curioso hecho.
La razón del por qué los bebés huelen tan bien
La razón que han esgrimido desde la Universidad de Montreal es debido a una hormona llamada dopamina. Esta es producida por nuestro cuerpo cuando tenemos hambre y obtenemos u olemos algún alimento.
Es la misma que aparece cuando tenemos hambre de pizza y pasamos por delante de una pizzería o con las palomitas del cine, que siempre apetecen.
Para poder llevar a cabo la investigación, el equipo de la universidad tomaron el aroma de los bebés directamente de sus prendas, con apenas unos días de edad.
Por otro lado se pidió a dos grupos de mujeres que los olieran. Un grupo era de madres y otro de mujeres que nunca antes habían tenido hijos. Según los investigadores, los resultados fueron sorprendentes.
El olor provocó una activación de los circuitos cerebrales que estaban asociados directamente con el sentimiento de satisfacción, tanto en las madres como en las que no lo habían sido nunca.
Otros estudios científicos
Pero esta no ha sido la única investigación hecha sobre este tema. Otros estudios científicos revelan que desde el nacimiento y hasta el mes y medio de vida, aproximadamente, este olor está provocado por los restos del líquido amniótico.
También se asegura que es producido por una sustancia que segrega el propio cuerpo de los bebes llamado vérnix caseosa, cuyo objetivo es proteger su piel.
Se apunta que este olor puede producir en la madre un efecto parecido al que se tiene con el síndrome de abstinencia, lo que obliga mantenerla vigilante en todo momento para que el pequeño se encuentre bien, una especie de mecanismo de protección de los peques.
Para finaliza, otra de las teorías existentes es que huelen bien porque el cuerpo del bebé no se ha desarrollado tanto como para que tenga las glándulas sudoríparas activas, lo que provoca que no tenga una gran transpiración y no tenga mal olor en la piel, sino todo lo contrario.