La adolescencia es un momento en el que se producen más cambios en el ser humano. Transformaciones emocionales y sociales que influyen en el estilo de vida y la alimentación. Esto es algo que influye tanto en las preferencias como en la selección de alimentos. En este momento en el que muchos adolescentes buscan tener cierta independencia la alimentación es importante. En muchas ocasiones prescinden de comidas caseras y las sustituyen por comidas rápidas.
Según varios estudios, la calidad de la dieta de los adolescentes es bastante monótona. Cuenta con alta densidad energética y una baja densidad nutricional. Se suele caracterizar por una elevada ingesta de grasas saturadas, azúcares simples y sodio. Lo que no lleva mucho es calcio, hierro, zinc, Vitaminas C y D y fibra.
Esto, unido a que pasan más tiempo frente al ordenador o la consola, favorece el sobrepeso y la obesidad. Por ello, el entorno familiar y escolar tiene un importante trabajo de estimular a los adolescentes en la alimentación.
Alimentación de muchos adolescentes
Según datos de varios estudios, los adolescentes tienen estas tendencias en cuanto a la alimentación:
- Pobre en cuanto a nutrientes esenciales y elevada en grasas, azúcares y sodio. Baja ingesta de fibra, calcio, vitaminas A y C, frutas, verduras y lácteos.
- Alto consumo de productos industriales altos en calorías pero de bajo aporte nutricional. Bollería industrial, golosinas, snacks, comidas rápidas, refrescos, etc.
- Bajo consumo de frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales y granos.
- Patrones irregulares de comida. Muchos se saltan comidas tan importantes como el desayuno. Se concentra mucha cantidad de comida en la cena, favoreciendo picar entre horas.
- Limitada variedad de alimentos en su dieta, lo que produce carencia de determinados nutrientes. Excesos de harinas, azúcares y grasas.
Con esta clase de alimentación se llegan a producir importantes carencias en micronutrientes esenciales. Además se produce un exceso de aporte calórico y grasas. Esto conduce a la obesidad, uno de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por eso es tan importante que desde pequeños, nuestros hijos sepan cómo comer correctamente. Debemos ofrecerles siempre una dieta equilibrada con todos los grupos de alimentos posibles. De esta forma, cuando sean adolescentes no tendrán esta clase de problemas en la alimentación.
Esa es la misión que como padres y madres tenemos, la de darles una correcta alimentación. Estaremos apostando por su futuro, un futuro con salud y con menos posibilidades de adquirir problema de salud.