La higiene bucal es muy importante en todo el mundo, tanto niños pequeños como adultos. En este caso nos vamos a quedar con la de los más peques de la casa. Es recomendable para que sus dientes puedan desarrollarse de manera correcta y adecuada. ¿Qué cepillo deben usar? ¿Manual o eléctrico? En este artículo te hablamos sobre ello.
Cepillo de dientes para niños, ¿manual o eléctrico?
El cepillo de dientes manual es el más común y el que tiene todo el mundo en su casa. Los niños necesitan un cepillo especial que no tenga unas cerdas demasiado duras. Asimismo la cabeza debe ser pequeña y el mango debe ser cómodo para hacerlo manejable para los niños.
¿Cuándo deben comenzar a usar el cepillo manual? Diferentes expertos coinciden en que la mejor edad es a partir de los 3 años. En esa edad es cuando la psicomotricidad fina se encuentra desarrollada. Además hay que enseñarles a cepillarse los dientes de manera correcta.
No deben apretar demasiado para que no dañen el esmalte de los dientes. Deben cepillar por la cara externa, interna y superior o inferior de los dientes, según proceda. Para mejorar la higiene bucal también pueden usar un colutorio especial para niños. Los hay de sabores que les gustan como el de fresa, por ejemplo.
Los cepillos de dientes eléctricos
En caso de los cepillos de dientes eléctricos, también son bastante recomendables. Éstos permiten llegar a donde el cepillo manual no lo hace. Hay que elegir correctamente un cepillo específico para niños, que tenga un cabezal pequeño y un mango ergonómico para ellos.
Puede ser una buena idea usar esta clase de cepillos de dientes en caso de que con el manual no se arreglen. Los hay con colores llamativos y dibujos de sus personajes favoritos. Además el hecho de tener vibrando el cepillo en su boca les puede parecer incluso un juego divertido.
Con esta clase de cepillos de dientes se consigue reducir más la placa bacteriana, lo que provoca las caries. Además consiguen un mejor cepillado y con menos esfuerzo que con los manuales. Por eso son tan recomendables por los expertos en este campo.
Para que el peque aprenda, lo mejor es cepillarle los dientes y decirle cómo se hace. Tras unas cuantas veces debemos dejar que sean ellos los que lo hagan bajo nuestra supervisión. En muy poco tiempo habrán aprendido y solo tendrán que asumir que se trata de una rutina obligatoria.