Con la llegada del verano sabemos que hay que proteger la vista de los niños y también de las zonas donde haya demasiado calor. En esta entrada vamos a daros unos consejos para hacer lo propio con su piel, dado que la de los niños es mucho más delicada que la de los adultos y presenta más probabilidades de erosión o quemadura solar.
Al carecer del vello, anticuerpos específicos y sebo cutáneo tal como lo tenemos los adultos, la piel de los niños es más frágil y queda más expuesta durante el verano, por ello, vamos a decirte cómo puedes proteger esa parte de su cuerpo.
Consejos para cuidar la piel de los niños
Partiremos de la base de que los niños deben tener una piel completamente limpia, razón por la que hay que ducharlos todos los días mínimo una vez y con jabones neutros. Después se les debe aplicar un poco de aceite o leche hidratante neutra.
Algo que debemos hacer cuando vamos a la playa o a la piscina con ellos es utilizar crema solar con el índice de protección solar adecuado, dado que los expertos nos recuerdan que durante la infancia se recibe entre el 50% y el 80% de la exposición solar de toda la vida y teniendo en cuenta que su piel es propensa a las quemaduras, no hay que arriesgarse.
Al igual que sucede con los adultos, la exposición al sol entre las 12:00 del mediodía y las 16:00 de la tarde debe ser reducida dado que es cuando los rayos del sol son más fuertes. Por ello, en esta franja horaria se recomienda una gorra o visera, gafas de sol y camiseta de manga corta en color claro así como crema de protección solar.
Cada dos horas es recomendable aplicarles la crema de protección solar o algo un buen protector en formato spray, mucho más fácil de aplicar y que al ser un poco más líquido que la crema su piel absorberá mejor el producto.
Finalizamos con una recomendación que debemos llevar a cabo, cosa que no hacen muchas familias, llevar a los niños al dermatólogo, al menos una vez al año, para que les haga una revisión y compruebe que la piel de nuestros pequeños está en óptimas condiciones.