Reconozcámoslo, en más de una ocasión hemos dado una merienda no del todo equilibrada a nuestros hijos. La bollería industrial es lo más socorrido en muchos casos, pero no es ni de lejos lo más recomendable. Todas las mamás y papás sabemos que estos alimentos contienen infinidad de grasas y calorías.
La merienda de los niños debe alejarse de estas fuentes de hidratos y grasas saturadas. Esto no quita que de vez en cuando les permitamos darse un capricho, son niños. Pero los nutricionistas desaconsejan acostumbrarles a comer esto en sus meriendas.