La fiebre en los bebés

Cómo tratar la fiebre en bebés

Como todos y todas sabemos, la fiebre es algo que puede aparecer en los niños en cualquier momento, algo con lo que hay que tener mucho cuidado, especialmente si se trata de bebés  los que tienen un cuadro febril.

Para quienes no lo sepan, la fiebre es una de las formas en las que nuestro cuerpo se defiende y también se prepara para combatir la presencia de cualquier organismo extraño. Esto quiere decir que la fiebre puede ser un aviso de que el bebé puede tener una patología subyacente, por eso no debemos dejarlo sin controlar.

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Los grandes beneficios de la lactancia

Lactancia materna con un bebé

Un gran número de madres conocen muchos de los beneficios que aporta la lactancia materna para la salud física y emocional de los más pequeños, aunque todo apunta a que no solo esconde esas ventajas. Según los resultados de un estudio publicado en la revista Archives of Desease in Childhood, los beneficios también podrían llegar a ser mentales y sociales para los bebés.

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El azúcar y nuestros hijos

golosinas para nuestros hijos

Según diferentes expertos y publicaciones sobre la salud de nuestros hijos, los niños de 2 a 18 años deben consumir menos de 25 gramos de azúcares añadidos al día. Esto es algo que debemos tener controlado como padres y madres con nuestros hijos, dado que cuando son pequeños somos nosotros los que les proporcionamos la comida y algún que otro capricho como un dulce.

Los expertos coinciden en que la recomendación es la misma para todos los niños comprendidos entre esta edad y piden que se fije un límite específico en el consumo de azúcares añadidos, siendo 25 los gramos máximos recomendados.

25gr de azúcar añadido, el máximo para nuestros hijos

Las recomendaciones coinciden en esta cantidad máxima de 25 gramos, sin importar si son sólidos o líquidos, lo que podría equivaler a unas 100 calorías al día o seis cucharaditas de azúcares al día.

Asimismo recomiendan limitar el consumo de bebidas endulzadas con azúcar a no más de tres o cuatro vasos pequeños a la semana. Los niños de dos años tienen la recomendación de no comer o bneber productos que cuenten con azúcares añadidos.

Se asegura que para la mayoría de los niños, un objetivo saludable y fácilmente alcanzable es el de no tomar más de seis cucharaditas de azúcares añadidos al día.

Es importante tener en cuenta que los niños que toman muchos alimentos repletos de azúcares añadidos suelen tener tendencia a tomar menos alimentos saludables como pueden ser las verduras, frutas, productos lácteos bajos en grasa, granos integrales, etc., productos buenos para su salud cardíaca.

El consumo de alimentos que cuenten con un alto índice de azúcares añadidos durante la infancia, está relacionado directamente con el desarrollo de factores de riesgo que tienen mucho que ver con las enfermedades cardiovasculares, además de tener un mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial o una de las peores enfermedades que hay actualmente, la obesidad.

Con el abuso de la ingesta de los azucares añadidos, las probabilidades de que los niños puedan desarrollar estos problemas de salud van aumentando exponencialmente, debemos tener cuidado con este peligro. Además, los niños que cuentan con sobrepeso suelen ser más propensos a ser resistentes a la insulina uno de los precursores de la diabetes del tipo 2.

Para finalizar, debemos recordar la importancia como padres de tener ese control sobre la ingesta de azúcares en nuestros hijos, estaremos apostando por la salud. Siempre será mejor proporcionarle algo mucho más sano que darle golosinas a diario, pero nunca debemos quitarle un capricho, pero de vez en cuando.


Proteger al bebé del sol

madre con su bebé

A raíz de la investigación de Svante Norgren, un conocido pediatra sueco, los medios de comunicación se han hecho eco de que los papás y las mamás cometemos un error durante el verano con nuestros niños pequeños, algo que puede ser perjudicial para su salud.

Se ha determinado que se suelen tapar los carritos de los hijos con una pequeña manta o una sábana ligera para protegerles del calor con la mejor intención, pero puede resultar bastante peligroso.

El pediatra aseguró que si se cubre el carrito, aunque sea con una muselina muy ligera, el aire no circula bien e incluso es más difícil ver al bebé. Los periodistas del diario sueco Svenska Dagbladet hicieron un experimento dejando dos cochecitos en la calle, uno cubierto y otro sin cubrir

El cochecito sin cubrir alcanzó los 22 grados después de una hora y media al sol. Por otro lado el coche que estaba cubierto se calentó muchísimo más rápido, tras media hora tenía 34 grados y una hora después había llegado a los 37 grados de temperatura.

Efecto horno en el bebé

Colocar una sábana encima de un carrito puede crear un efecto horno por la falta de circulación de aire, incluso con una tela tan fina como puede ser una muselina, la cual puede tener un efecto muy negativo en el bebé.

Muchos expertos coinciden en que los resultados de este estudio son sorprendentes y dejan patentes los peligros de proteger excesivamente del calor a los bebes, algo a lo que se debe prestar una gran atención para que no suceda ningún problema.

Nos recuerdan que los niños y los bebés son especialmente sensibles al calor. Un dato muy importante que nos recuerdan es que la temperatura corporal de los más pequeños puede llegar a aumentar entre tres y cinco veces más rápido que la de los adultos.

Además otro hándicap al que se enfrentan es que ni los bebés ni los niños pequeños pueden avisarnos claramente de que tienen calor, por lo que debemos estar atentos a cualquier señal.

Por ello, los especialistas recomiendan vigilar a sus hijos pequeños durante el verano, procurar saber que se encuentran tranquilos y que tienen una buena hidratación para que su temperatura corporal sea la adecuada.

Asimismo recomiendan que no les dé el sol a los pequeños menores de un año porque en ellos se acentúa más la deshidratación y los daños a nivel cutáneo. Lo mejor en estos casos es colocar una sombrilla para que no les dé el sol pero que haya corriente de aire.


Beneficios de la meditación en los niños

Niño practicando la meditación

Aunque normalmente cuando hablamos de meditación lo asociamos a personas adultas, los niños también pueden meditar, algo que les aportará bastantes beneficios y de lo que os vamos a hablar en esta entrada.

Meditar con niños no es tal y como lo conocemos los adultos, puede ser algo tan sencillo cómo dar un paseo en un parque y fijarnos en todos los árboles y animales que veamos, pero hacerlo en silencio. También lo es tumbarse en el césped un día soleado y mirar en silencio las nubes, ver las olas del mar como vienen y se van de la orilla, admirar un paisaje, etc.

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