Los expertos siempre nos han recordado la importancia que tiene la actividad física en todas las personas. Los niños también necesitan mucha actividad física porque el sedentarismo es su peor enemigo. Esto es algo que debemos tener muy en cuenta porque a la larga puede producir problemas de salud.
Consecuencias del sedentarismo en los niños
El hecho de no hacer actividad física deriva en un aumento de la grasa corporal. Además la grasa está ligada a la rigidez arterial y puede aparecer en los niños a partir de los 6 años. Realizar actividad física hace que el índice de grasa sea mucho menor y las paredes arteriales sean más flexibles. Los niños con débil condición física pero con un alto porcentaje de grasa corporal pueden tener las arterias bastante rígidas.
A los niños con bajos niveles de actividad física y con altos índices de grasa corporal también tienen este problema. Por otro lado, los que hacen más actividad física tienen arterias más flexibles y mejor capacidad de dilatación arterial
El riesgo de sufrir problemas con enfermedades cardiovasculares no es algo exclusivo de los adultos, también puede afectar a niños. No hay que permitir que el sedentarismo se adueñe de sus vidas. Por ello debemos incentivarles a que realicen actividades físicas y salgan a la calle.
Establece unos límites de tiempo
Para ello podemos establecerles un tiempo límite de uso de ordenador, consola, etc. Si podemos, también hay que salir con ellos a caminar o incluso animarles a practicar algún deporte.
La acumulación de factores de riesgo puede ser un peligro que derive a sufrir diabetes de tipo 2. En eso, como padres, podemos ayudarles mucho, comenzando por establecer una dieta equilibrada. Esa es una de las bases que hay que tener para contar con un cuerpo saludable y en forma.
Si se toman las medidas necesarias y se cambian varios hábitos se pueden evitar problemas de salud en los niños. Lo importante es comenzar esta educación desde casa y hacer que se acostumbren a no tener el sedentarismo como su compañero de vida.
No se trata de obligar a los niños a que hagan algo si no quieren, pero sí a incentivarles a hacerlo. Estarán apostando por su salud y correrán menos riesgo de sufrir problemas circulatorios en el futuro.
Hazle entender la importancia que tiene cuidar su cuerpo para evitar diferentes patologías en el futuro. Contribuye proporcionándole una alimentación más sana y restringe productos como bollería, fritos, salsas industriales, etc.