No todos los niños estudian igual y algunos suspenden más que otros. Como padres y madres debemos recordarles la importancia de estudiar y de las recompensas que llegan con el esfuerzo. A pesar de ello, muchos progenitores no reaccionan bien cuando sus hijos suspenden.
Malas notas ¿Cómo debemos reaccionar?
Es importante saber las causas del por qué han sacado malas notas. Puede que en casa haya problemas familiares, que el niño no se esfuerce, tenga problemas de aprendizaje, etc. Sea cual sea la causa, hay que mostrarse comprensivos con ellos. Debemos estudiar cuál es el problema de sus notas y hacer lo posible para que mejore.
No hay que mostrar una actitud negativa, sobre todo porque no se va a conseguir nada positivo. Lo único que se consigue es que ellos se sientan mal y se frustren. Tampoco hay que decirles cosas como que no son inteligentes, que no valen para nada y cosas así, es peor aún. Con una actitud negativa no conseguiremos absolutamente nada, recordadlo.
Animarles a que se apliquen un poco más o involucrarnos en su mejora es algo muy importante. Los niños deben ver en nosotros una actitud positiva hacia ellos, eso les será de gran ayuda y les motivará. Pero no hay que hacer que piensen que estamos contentos de que haya suspendido, solo que sienta que les apoyamos.
No todos los niños son malos estudiantes
Debemos recordar que no todos los niños son malos estudiantes. Todos tienen el potencial para hacerlo bien. Hay que procurar hablar con ellos y averiguar por qué ha suspendido, pero siempre de forma cordial y tranquila. Recuerda que perder los nervios no vale para nada y por enfadarse o gritar más no se van a cambiar los resultados de las notas.
Procurar buscar las consecuencias del porqué nuestro hijo ha traído malas notas es algo primordial. Conociendo las causas, podremos obrar en consecuencia y en ocasiones como padres podremos ayudarles de una manera sencilla. Si tras esas calificaciones se esconden problemas emocionales hay que buscar la ayuda de profesionales
Lo problemas con las amistades pueden hacer mella en ellos, un divorcio, que echan de menos a su padre o madre… son muchas las causas posibles que pueden hacer que los niños no saquen buenas notas. Ayúdales, no les riñas demasiado y por supuesto no uses la violencia, con paciencia cualquier situación se puede enderezar.
Ahora ya sabes algunas de las principales características que debes tener en cuenta con los suspensos de tus hijos. Recuerda que podéis formar un estupendo equipo y conseguir vuestro objetivo.