Es muy probable que nuestro bebé ya haya experimentado viajes en coche: al pediatra, de visita a la familia, de compras…pero siempre en cortos trayectos, y esta es la primera vez que vas a llevarle de viaje, y permanecerá unas cuantas horas en el coche.
Si es su primer viaje largo, debemos estar preparados para esta nueva experiencia, porque puede ser algo difícil que nuestro bebé se acostumbre a viajar y permanecer tanto tiempo en un coche y atado. Puede ser algo estresante para él, por lo que conviene tener en cuenta una serie de consejos para que se sienta cómodo, tranquilo y, sobre todo, seguro.
Viajar en la parte de atrás con nuestro bebé
Siempre que viajemos con nuestro bebé, nos sentaremos en la parte de atrás y a su lado. A lo largo del viaje nuestro hijo puede necesitar muchas cosas, y no podemos dejarle solo ni que sienta que está alejado de sus padres.
Iremos a su lado, para poder atenderle, entretenerle si se aburre o está cansado, cantarle por si le entra sueño, acercarle agua, el chupete, o algún juguete. El trayecto en coche se le hará más llevadero, y lo más curioso, muchos bebés se sienten arrullados por el coche, y pasan mucho tiempo durmiendo durante el viaje.
Elegir una buena sillita para el coche
El uso de una sillita para el coche es obligatorio, y debemos contar con un buen sistema de retención infantil, según la talla y peso de nuestro bebé. También es importante que nuestro hijo vaya sentado a contra marcha, al menos es recomendable hasta los 4 años de edad, pues en caso de accidente, el bebé irá mucho más protegido de esta manera.
Descansos de hora y media durante el viaje
Los trayectos en coche, tanto para adultos como para niños pequeños, no deben exceder la hora y media. Cuando somos adultos hacemos muchas cosas que no deberíamos, sobre todo por la concentración del conductor, tales como hacerse el viaje “del tirón”. Pero esto no es nada recomendable, sobre todo si hay niños pequeños.
Debemos parar cada hora y media, desatar a nuestro bebé, sacarle un poco a tomar el aire y comprobar el pañal. Todos necesitamos un descanso y estirar las piernas, sobre todo los más pequeños de la casa. Si no ha transcurrido hora y media y vamos notando el cansancio de nuestro bebé porque llora o se pone nervioso, es conveniente buscar lo antes posible una zona de servicio y parar. Que tome el aire, salga de la silla y lo podamos llevar en brazos le relajará, y hará más fácil y llevadero poder continuar con el viaje.
Preparación de una bolsa de viaje especial para nuestro bebé
Como siempre que nos desplazamos, necesitaremos preparar una bolsa con los imprescindibles de nuestro bebé. Porque ir cómodo y limpio hará que el viaje sea mucho más placentero. Aunque no debemos olvidar algunos elementos básicos para que se mantenga entretenido cuando esté despierto.
Entre los imprescindibles, debemos llevar una ropa que sea ligera y transpirable de repuesto, por si se mancha, al menos dos mudas. También debemos llevar toallitas húmedas y pañales, así como una pomada para el culito, para cambiarle cada vez que lo necesite. Es importante llevar agua de sobra para rellenarle el biberón, algún zumo, y si vamos a comer por el camino, su puré y algún otro alimento tipo snack por si tiene hambre (unas galletas, algún pico de pan, etc.). Es recomendable llevar una mantita por si el coche lleva aire acondicionado, o bajaran las temperaturas.
También sería necesario buscar algún juego para entretenerle, pues las muchas horas en coche se le pueden hacer muy pesadas. Podemos llevarle algún peluche de sus favoritos, piezas de montar de colores, un libro para leerle, o incluso bajarle una aplicación con música y dibujos al móvil. El trayecto se le pasará volando.
Es importante, entre los imprescindibles del bebé, llevar siempre un botiquín y tenerlo a mano, por si se encuentra indispuesto durante el viaje y no podemos parar o no hay una farmacia cerca. Con llevar sus medicamentos habituales, será suficiente. Además, puede que nos hagan falta durante los días de vacaciones, y siempre es mejor prevenir.
Seguir los horarios del bebé en los viajes
En la medida de lo posible, y si ya estamos de vacaciones, la mejor opción es respetar escrupulosamente los horarios del bebé en lo que respecta a su sueño y comidas, ajustando los tiempos de salida de viaje a las rutinas del bebé. Esta opción es muy recomendable porque no les descompensará ni les hará cambiar bruscamente de rutina.
Si el bebé duerme una buena siesta por la mañana después de desayunar, éste es el mejor momento para salir, porque el movimiento del coche le arrullará y se quedará dormido fácilmente, por lo que posiblemente no se canse tanto del viaje. Hay que aprovechar para parar cuando tenga que comer, y comer nosotros también, o repostar gasolina. De esta manera estaremos siguiendo con su rutina habitual, y seguramente después de comer vuelva a dormir la siesta. Siguiendo las rutinas y los horarios de nuestro bebé, el viaje se le hará más corto y se cansará menos. Porque hay que recordar que a todos nos cansan los viajes.
Tener paciencia y parar las veces que haga falta es la mejor recomendación
Un viaje y un cambio de rutina puede ser especialmente duro para el bebé, y más si se trata de su primera vez. Puede que se sienta incómodo, se canse de estar tanto tiempo atado y encerrado en un coche y que todo resulte nuevo para él, y pasará algún tiempo hasta que se acostumbre a algo totalmente nuevo como los viajes de larga duración.
Debemos armarnos de paciencia, sin estresarnos, parar el coche, sacarle de la silla y que esté un rato en nuestros brazos hasta que se tranquilice. A veces, un viaje se hace pesado y los niños expresan su cansancio llorando. Y muchas veces, la mejor solución es que sientan que están en brazos de sus padres, porque seguramente se les pasará pronto el llanto y la intranquilidad.