Prevenir diabetes tipo 2 en niños

Según diferentes estudios, los casos de diabetes tipo 2 están aumentando en los niños y adolescentes. Esto se debe en parte a la obesidad, algo que también afecta cada vez a más niños. Esta clase de diabetes es un trastorno por el cual el cuerpo no puede producir suficiente insulina. Se usa para convertir la glucosa de los alimentos en energía, por lo que es muy importante para la salud.

La importancia de evitar la diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 suele aparecer en personas con sobrepeso y que llevan una vida sedentaria. Esta enfermedad comienza lentamente y muchas personas (incluidos niños) no tienen síntomas o síntomas vagos. Esta enfermedad se controla con una dieta saludable y ejercicio, pero en otros casos con pastillas o insulina.

Los niños que tienen más propensión a sufrir diabetes tipo 2 son aquellos que tienen sobrepeso o están obesos. También tener padres o parientes sanguíneos próximos con esta enfermedad. Bajo o alto peso al nacer o que la madre tuviera síndrome de ovario poliquístico.

¿Cómo se puede prevenir la diabetes tipo 2 en niños?

Los niños y adolescentes tienen la capacidad de prevenir la diabetes o retrasar su aparición con pequeños cambios. Éstos pueden ser decisivos para la salud y muy importantes. No hace falta que sean drásticos sino que se pueden hacer poco a poco y ser muy beneficiosos para su salud.

Llevar una dieta saludable es primordial, por eso te damos una serie de consejos para que tengas en cuenta:

  • Limitar al máximo la ingesta de bebidas azucaradas (refrescos, zumos, néctares, etc.)
  • Beber suficiente agua todos los días.
  • Apostar por incluir más verduras y frutas en la dieta de los niños.
  • Evitar la comida rápida, precocinados, fritos y bollería industrial.
  • Cocinar los alimentos a la plancha o al vapor.
  • Siempre serán mejores las patatas al horno que fritas

Signos que nos harán estar alerta

Como muchas afecciones, la diabetes tipo 2 se suele manifestar con algunos síntomas bastante comunes. Si los detectamos, lo recomendable es visitar al médico para que le hagan un análisis de sangre y sepan si se tiene esta enfermedad o no.

Entre los síntomas más comunes está el aumento de sed, visión borrosa, cansancio de manera inusual o micción frecuente durante el día o la noche. Ya se sabe que prevenir es curar, por ello, hay que llevar al peque al médico en caso de notar estos síntomas.